Los simulacros ayudan a saber manejar el estrés en casos de emergencia y a producir respuestas lo más automáticas posibles ante estas situaciones
El 19 de Septiembre, de 2017 y dentro de las conmemoraciones del sismo ocurrido en 1985 se hizo -como en años anteriores- un simulacro que consistió en repetir virtualmente las condiciones que se dieron 32 años antes. Muchos no participaron y los que lo hicieron no les sirvió de mucho, ya que algunos no lo tomaban con la seriedad necesaria o no se levantaba correctamente un formulario con el funcionamiento del mismo. Es evidente que es una generalización porque hay casos donde sabemos de primera mano, que sí se cumplen los protocolos y se levantan actas de los simulacros, pero no con la frecuencia deseada.
Horas más tarde, la tierra tembló. Esta vez no era un simulacro y las escenas de las evacuaciones, que horas antes eran divertidas, se llenaron de angustia y miedo. Hay casos donde los brigadistas no estaban, ya que se encontraban en juntas de seguimiento, se produjeron heridos y grandes dificultades, donde había habido risas y comentarios jocosos.
Pero, ¿en que ayuda un simulacro? Hay grandes beneficiados a la hora de realizarlos. El primero de ellos es la mejora de la cultura de Protección Civil tanto en los hogares como en las empresas que nos ayudará a conocer mejor las medidas de #Autoprotección y tener claro cómo actuar ante estos eventos.
Para los brigadistas y equipos de Protección Civil, les ayudan a ver si los procedimientos son los correctos y realizar mejoras continuas que permitan las respuestas más optimas. Ayudan a comprobar el grado de capacitación y formación conseguido en las personas, la eficacia de los medios técnicos y recursos disponibles, verificar el tiempo de respuesta y la coordinación de los equipos internos.
A los ciudadanos, pese a lo que algunos dicen, les ayuda a saber manejar el estrés en casos de emergencia y a producir respuestas lo más automáticas posibles ante estas situaciones. Para muchos, escuchar el sonido de la alerta sísmica les produce distintas reacciones que van de un leve momento de ansiedad a la total parálisis. Estos simulacros permiten “normalizar”, dentro de lo posible, las reacciones y entrenarlas. Seguro que para las familias que sufrieron pérdidas de personas y bienes ha de ser muy complejo, aunque por el bien común, es necesario realizarlos.
Para que un simulacro sea efectivo ha de tener una serie de hitos fundamentales:
- Planificación
- Diseño técnico
- Organización
- Ejecución del ejercicio
- Evaluación del simulacro
- Sistematización del ejercicio
- Seguimiento a los resultados
Si quieres que VOST México ayude a organizar y realizar simulacros en tu organización, no dudes en contactarlos. La repetición periódica de los simulacros de emergencia ha servido y servirán, sin ninguna duda, a evitar males mayores ante situaciones de emergencia reales. Participa en el que organiza la Secretaría de Protección civil de la CDMX.
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