La salud sexual es un estado de bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad; no solo la ausencia de enfermedades o alguna disfunción
Desde 2010, la Asociación Mundial para la Salud Sexual (AMSS) estableció el 4 de septiembre como el Día Mundial de la Salud Sexual, que se rememora en 35 países, como un esfuerzo para promover mayor conciencia social mediante actividades en escuelas, hospitales, universidades y redes sociales.
El objetivo de este año es resaltar que todas las personas, de todas las edades, deben tener acceso a la educación sobre sexualidad, por la importancia que tiene en la vida humana, como todos los demás eventos relacionados con enfermedades que hay a lo largo del año.
Y es que, según la Organización Mundial de la Salud, la salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad.
Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad, así como de las relaciones sexuales y la posibilidad de tener experiencias tanto placenteras como seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.
Todo lo que no sea disfrutar de ese estado puede ser motivo de un problema de salud sexual, y por factores sociales es un tema tabú que impide, en muchos casos, que el paciente pueda ser diagnosticado y tratado.
Esto provoca grandes problemas, tanto en la persona con problemas como en su entorno, pues las consecuencias son una afectación tanto a nivel físico como psicológico.
Así, la falta de conocimiento, los tabús sociales y la falta de acceso a recursos adecuados (psicólogos, clínicas, pruebas de diagnóstico, etc.), hacen muy importante sensibilizar a la población sobre estos problemas, y es por esto que se celebra el Día Mundial de la Salud Sexual.
IPR
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