El ex presidente brasileño está preso en Curitiba cumpliendo una pena de 12 años y un mes, por recibir un soborno por parte de una constructora
La Justicia brasileña condenó este miércoles al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva a 12 años y 11 meses de cárcel en otro caso por delitos de corrupción y lavado de dinero, informaron fuentes judiciales.
Se trata de otra investigación en el marco del gran operativo Lava Jato, en el que es sospechoso de haber recibido sobornos en el marco de una reforma en una quinta en el estado de San Pablo.
La sentencia de la jueza sustituta Gabriela Hardt, de primera instancia, es la segunda que condena a Lula en la operación Lava Jato en el estado de Paraná. Este fallo puede ser apelado, según informó el sitio G1 de la cadena Globo. Otras 12 personas fueron denunciadas en este proceso, entre ellos Marcelo y Emilio Odebrecht, de la constructora que lleva su apellido, y Leo Pinheiro, de la empresa OAS.
El ex presidente, líder del Partido de los Trabajadores, está preso en Curitiba desde abril de 2018, cumpliendo una pena de 12 años y un mes, decidida por un Tribunal Regional Federal de segunda instancia. Fue condenado por recibir un departamento en la localidad costera de Guarujá, en San Pablo, como soborno por parte de una constructora, a cambio de ser beneficiada en una obra pública. Por esa condena, Lula quedó inhabilitado para presentarse a las elecciones presidenciales de octubre pasado.
En esta nueva acusación, según el Ministerio Público Federal (MPF), Lula recibió sobornos del Grupo Schain y de las constructoras OAS e Odebrecht a través de la reforma y decoración, en el año 2014, de la quinta Santa Bárbara, en Atibaia (San Pablo), una casa de fin de semana que el ex presidente frecuentaba con su familia, según informó G1.
Las obras se hicieron con pagos en efectivo, sin que quedaran constancias, según la denuncia.
De acuerdo con los fiscales, el ex presidente “lideró el esquema criminal de modo consciente y voluntario”, disimuló el origen de los valores invertidos en las reformas del lugar, que era era propiedad de los empresarios Fernando Bittar e Jonas Suassuna, informó el diario Folha de Sao Paulo.
La defensa de Lula ha negado siempre la responsabilidad del ex mandatario en estos delitos. El caso saltó a la luz en enero de 2016, cuando lo reveló Folha.
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