Once días después de la fracasada sublevación del 30 de abril en Venezuela, solo puñados de personas se congregaron en otras ciudades del país
El líder opositor Juan Guaidó llamó este sábado a sus seguidores a no caer en la inacción ante el miedo, en una jornada de tímidas protestas en Venezuela para repudiar una ofensiva del oficialismo tras el fallido alzamiento militar contra el presidente Nicolás Maduro.
En la plaza Alfredo Sadel, en el este de Caracas, una zona de mayoría opositora, Guaidó habló ante unas 2.000 personas, una floja asistencia frente a las multitudinarias marchas que lideró en semanas pasadas en su pugna por el poder con Maduro.
“Llegamos al momento histórico: o somos presas del miedo, de la desesperanza, de la inacción (…) o nos mantenemos unidos en las calles, con esperanza, con fuerza”, lanzó el jefe parlamentario, reconocido como presidente interino por medio centenar de países.
#11May #YoSalgoXVenezuela https://t.co/k65yUY7Z8m— Juan Guaidó (@jguaido) 11 de mayo de 2019
Once días después de la fracasada sublevación del 30 de abril liderada por Guaidó, que desató una ofensiva oficialista que se saldó con un diputado preso y varios refugiados o huidos, puñados de personas se congregaron en otras ciudades del país, mostraron imágenes de la prensa local.
“Hoy le pido a Venezuela que no descansemos un solo día hasta lograr el cambio en Venezuela, nosotros no lo vamos a hacer, a pesar de la persecución, del hostigamiento”, aseveró Guaidó, bajo riesgo de ser detenido tras perder su fuero parlamentario en abril.
“¿Hasta cuando podemos resistir como sociedad?”, preguntó este sábado Guaidó, refiriéndose a la persistente crisis económica y social de Venezuela, la peor de su historia reciente.
Pero el heredero político de Hugo Chávez (1999-2013), que dice enfrentar un “golpe de Estado” continuado de la oposición azuzada por Estados Unidos, sigue contando con el respaldo castrense y de Rusia y China. Un apoyo que le permitió sobrevivir al alzamiento, prólogo de disturbios que dejaron seis muertos.
Por esos hechos, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), de línea oficialista, imputó a 10 diputados, entre ellos la mano derecha de Guaidó, Edgar Zambrano, por traición a la patria y conspiración.
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