Tras los Juegos de Río de Janeiro, el panorama es de áreas dañadas por falta de mantenimiento, lo que genera condiciones ideales para una tragedia
La falta de condiciones de seguridad ha llevado a un juez brasileño a ordenar el cierre del Parque Olímpico que albergó varios eventos en los Juegos de Río de Janeiro 2016.
El parque, que albergaba el complejo acuático, canchas de tenis, el velódromo y tres estadios utilizados para varios deportes, ha sido utilizado solo esporádicamente para conciertos y otros eventos desde que los Juegos terminaron en agosto de 2016.
El juez federal dictaminó que “cualquier evento en las instalaciones olímpicas” estará prohibido hasta que las autoridades proporcionen autorizaciones que “certifiquen la seguridad de las áreas”.
“El panorama, compuesto por áreas dañadas progresivamente por falta de atención y la presencia de miles de personas, es ideal para que se produzca una tragedia”, sostiene el fallo.
La zona estaba llena de visitantes durante los Juegos, pero desde entonces ha sido abandonada por las autoridades locales, agregó el juez.
En un comunicado, el gobierno federal dijo que ya tenía certificados de seguridad válidos hasta marzo de 2020 y que apelaría la decisión.
Los Juegos de 2016 fueron los primeros en realizarse en América del Sur. Las autoridades consideraron que la cita olímpica fue un éxito, pero muchos residentes de Río se quejan de que se gastó demasiado dinero en instalaciones que no han sido mantenidas en buenas condiciones y a las que la población tampoco tiene acceso.
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