La nave, que debía transportar a los astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS) tuvo un problema en el motor después de su despegue
La nave Soyuz MS-10, que despegó hoy con el cosmonauta Alexéi Ovchinin y el astronauta de la NASA Nick Hague a bordo, tuvo que regresar y aterrizar en Kazajistán por una falla en el motor, informan las agencias rusas.
La nave, que debía transportar a los astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS) tuvo un problema en el motor después de su despegue.
Tras el hecho, la NASA ha anunciado que abrirá una investigación “exhaustiva”.
Después del fallo mecánico, los dos astronautas que tripulaban la Soyuz fueron rescatados por los grupos de salvamento y trasladados al hospital para someterlos a los pertinentes exámenes médicos, aunque están en “buenas condiciones”, de acuerdo a la agencia espacial rusa Roscosmos.
Según informaron hoy las autoridades rusas, la cápsula se separó del resto del cohete “123 segundos después” del lanzamiento.
Esa cápsula, en la que se encontraban los dos tripulantes, fue eyectada de manera automática por el sistema de seguridad, lo que garantizó que su vida no corriera peligro, un mecanismo que funcionó hoy por segunda vez en la historia.
Según informaciones citadas por la NASA, la Soyuz descendió a la tierra en una trayectoria “balística” y aterrizó a 20 kilómetros de Jezkazgan, en Kazajistán.
El lanzamiento de la nave en el marco de la misión 57-58 se produjo a las 08.40 GMT y poco después el propulsor comenzó a fallar, por lo que la tripulación tuvo que volver a la Tierra.
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