Bolsonaro, quien busca la reelección, lleva años cuestionando, sin pruebas, la fiabilidad de las urnas electrónicas.
El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil decidió investigar al presidente Jair Bolsonaro por sus constantes ataques, sin pruebas, a la legitimidad del sistema de votación electrónica, vigente desde 1996.
La máxima corte electoral acordó además pedir al Supremo Tribunal Federal (STF) que el mandatario ultraderechista sea investigado por difundir noticias falsas sobre las elecciones durante una retransmisión en vivo por Facebook el pasado jueves: durante más de dos horas habló sobre su convicción de que hubo fraude en las dos últimas presidenciales, afirmando que él debía haber ganado en la primera ronda en 2018.
La investigación en el TSE determinará si Bolsonaro cometió los crímenes de “abuso de poder económico y político, uso indebido de medios de comunicación, corrupción, fraude, conductas vetadas a agentes públicos y propaganda extemporánea en sus ataques contra el sistema de voto electrónico y la legitimidad de las Elecciones Generales de 2022”.
Respecto a la fiabilidad de las urnas electrónicas, el mandatario ha pedido que se imprima un recibo después de cada voto en la urna electrónica, con el fin de que puedan ser recontados físicamente.
El domingo, miles de personas se manifestaron en varias ciudades de Brasil, entre ellas Sao Paulo, Rio de Janeiro y Brasilia, a favor del voto impreso. El lunes por la mañana, Barroso y todos los expresidentes del TSE desde que se promulgó la constitución en 1988 firmaron un documento garantizando la transparencia y la seguridad del sistema de voto electrónico.
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