Mike Pompeo llegó a Corea del Norte para preparar la cumbre entre el presidente Donald Trump y el líder Kim Jong un, consiguiendo la liberación de tres estadounidenses presos por Pyongyang desde hace meses
Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, viajó a Corea del Norte del miércoles para finalizar los planes para una histórica cumbre entre el presidente Donald Trump y el líder norcoreano, Kim Jong Un.
Pompeo también presionará a las autoridades norcoreanas para la liberación de tres ciudadanos estadounidenses detenidos en el país, añadieron funcionarios. Trump insinuó recientemente que su puesta en libertad era inminente.
El enviado estadounidense discutió la agenda de la posible cumbre en una reunión con Kim Yong Chol, vicepresidente del comité central del partido gobernante. Más tarde, en una comida ofrecida por el funcionario norcoreano en la que degustaron pescado y pato, Pompeo dijo que Kim Yong Chol había sido un gran aliado a la hora de trabajar para hacer que el encuentro entre los dos mandatarios sea un éxito.
“Durante décadas, hemos sido adversarios. Ahora tenemos la esperanza de poder trabajar juntos para resolver este conflicto”, señaló Pompeo añadiendo que “hay muchos retos por el camino”. Kim destacó la mejora de las relaciones entre las Coreas, así como la política norcoreana de “concentrar todos los esfuerzos en el progreso económico” de la nación.
“Esto no es resultado de las sanciones impuestas desde el extranjero”, agregó citando la voluntad del pueblo coreano. Trump afirmó que sus tácticas de presión habían hecho que Pyongyang se sentase a la mesa de negociación.
El viaje, el segundo que Pompeo realiza al hermético país este año, no se había anunciado públicamente cuando, aprovechando la oscuridad de la noche, partió de Washington el lunes a bordo de un 757 de la Fuerza Aérea. Trump desveló su misión el martes por la tarde durante una declaración para anunciar la retirada del país del acuerdo nuclear con Irán.
Minutos más tarde, Pompeo hizo una escala en Japón para repostar combustible antes de volar hacia Pyongyang. En su viaje lo acompañan varios asesores de alto nivel, un equipo de seguridad y dos periodistas, que avisados unas cuatro horas antes del despegue.
Durante el vuelo, Pompeo dijo a los reporteros que su primera y secreta visita a principios de abril, cuando aún era el director de la CIA, buscaba comprobar la seriedad del compromiso norcoreano para aliviar las tensiones con Corea del Sur. Este nuevo viaje es para “establecer un marco para una cumbre exitosa”, agregó.
Funcionarios norcoreanos recibieron a Pompeo a su llegada a la capital del país el miércoles por la mañana. Una caravana de autos llevó al secretario de Estado y a su delegación al hotel Koryo, el principal hotel para extranjeros en Pyongyang.
La visita se produce unos días después de que Corea del Norte expresó su descontento con Washington por los comentarios que sugerían que la presión ejercida por Estados Unidos convenció a Kim Jong Un para negociar.
Pero recién la mañana de este miércoles, Donald Trump informó a través de su cuenta de Twitter que el secretario de Estado Mike Pompeo regresará de Corea del Norte con los estadounidenses, Kim Dong Chul, Kim Hak-song y Kim Sang Duk, también conocido como Tony Kim, detenidos en Corea del Norte durante meses después de ser acusados de llevar a cabo “actos hostiles” contra el régimen de Kim Jong Un y por espiar en nombre de Corea del Sur.
I am pleased to inform you that Secretary of State Mike Pompeo is in the air and on his way back from North Korea with the 3 wonderful gentlemen that everyone is looking so forward to meeting. They seem to be in good health. Also, good meeting with Kim Jong Un. Date & Place set.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 9 de mayo de 2018
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