Rusia envió ayer dos bombarderos estratégicos a una misión de entrenamiento sobre Bielorrusia, en una fuerte muestra de apoyo de Moscú a su aliado
Personal de seguridad de Bielorrusia fue captado mientras impedían que los migrantes volvieran a ese país, ya que algunas personas habían decidido no continuar su camino hacia Polonia. La grabación fue compartida por un portavoz de la agencia de seguridad interna de Polonia.
Las delegaciones de Estados Unidos y Europa en el Consejo de Seguridad de la ONU condenaron ayer el comportamiento de Bielorrusia en la crisis migratoria en su frontera con Polonia.
Varsovia dijo que el gobierno de Alexander Lukashenko condujo a unos dos mil migrantes, principalmente kurdos de Oriente Medio, a Bielorrusia con el fin de enviarlos a través de la frontera en venganza por las sanciones impuestas a ese país.
Estas personas ahora viven en un campamento en la frontera con temperaturas cercanas al punto de congelación. Polonia, que es parte de la Unión Europea, se niega a permitirles la entrada.
Tras una reunión de emergencia sobre la crisis, las delegaciones occidentales en el Consejo de Seguridad emitieron una declaración conjunta condenando “la instrumentalización orquestada de seres humanos cuyas vidas y bienestar han sido puestos en peligro con fines políticos por Bielorrusia”.
Dijeron que Bielorrusia actúa de esa manera con “el objetivo de desestabilizar a los países vecinos y la frontera exterior de la Unión Europea y desviar la atención de sus propias y crecientes violaciones de derechos humanos”.
La declaración no mencionó al aliado de Bielorrusia, Rusia, que antes de la reunión rechazó las acusaciones occidentales de que estaba trabajando en conjunto con Minsk para enviar a los migrantes a Polonia por la frontera oriental de la UE.
“Esta táctica es inaceptable y requiere una fuerte reacción y cooperación internacional para que Bielorrusia rinda cuentas”, dijo la declaración occidental sin mencionar ningún tipo de medidas concretas para castigar a Bielorrusia.
Rusia envió ayer dos bombarderos estratégicos a una misión de entrenamiento sobre Bielorrusia, en una fuerte muestra de apoyo de Moscú a su aliado en medio de una disputa sobre la migración en la frontera con Polonia.
El Ministerio de Defensa bielorruso informó que los sobrevuelos son parte de los entrenamientos conjuntos.
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En tanto, los ciudadanos de Irak, Siria y Yemen no podrán volar desde aeropuertos turcos hacia Bielorrusia debido a la situación creada en la frontera de este país con Polonia, donde miles de migrantes tratan de entrar de forma ilegal en territorio de la Unión Europea, anunció Aviación Civil de Turquía.
“Debido a los problemas de cruce ilegal de fronteras entre la Unión Europea y Bielorrusia se ha decidido que no se permitirá comprar billetes ni subir a los aviones a los ciudadanos de Irak, Siria y Yemen que quieren viajar a Bielorrusia desde aeropuertos turcos, hasta nuevo aviso”, anunció ese organismo en Twitter.
Fuentes de la compañía de bandera Turkish Airlines aseguraron a EFE que la empresa no sólo observa esta norma sino que incluso decidió por su propia cuenta aplicarla ya anoche.
En el último vuelo de ayer ya no se permitió el embarque de ciudadanos de estos países, salvo que tuviesen pasaporte diplomático, señalaron esas fuentes.
El Ministerio de Exteriores turco expresó ayer su “pleno respaldo” a Polonia, Lituania y Letonia, países socios de Turquía en la OTAN que están afectados por los cruces ilegales desde Bielorrusia.
Pero el Gobierno turco también rechazó como “infundadas” las acusaciones de Polonia de que estuviera facilitando la llegada de migrantes desde Estambul a Minsk.
Turkish Airlines opera diez vuelos por semana a Minsk, con la aerolínea estatal bielorrusa Belavia efectuando un número similar de vuelos.
Belavia anunció hoy en su página web que acorde a la decisión de las autoridades turcas no embarcará ni venderá billetes a ciudadanos sirios, iraquíes y yemeníes.
La crisis migratoria en la frontera entre ambos países ha dejado episodios de violencia, mientras alrededor de dos mil migrantes permanecen en la zona para cruzar a la Unión Europea.
Cientos de ellos llevan semanas acampando en un bosque cerca de la ciudad polaca de Sokolka, donde las alambradas y los soldados les impiden el paso.
En esta zona, las personas sobreviven en condiciones precarias. Para resistir al frío bielorruso en esta época del año, los migrantes han talado árboles y los queman en hogueras improvisadas. Allí sobreviven también decenas de menores.
La guardia fronteriza de Polonia informó sobre 468 nuevos intentos de cruzar ilegalmente la frontera que ocurrieron ayer, mientras el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, garantizó que su país y los bálticos protegen la paz y estabilidad en Europa.
Soldados de Polonia vigilan la frontera para impedir el paso de migrantes. El contingente de tropas polacas se ha reforzado para impedir el paso a los cientos de migrantes que esperan una oportunidad para cruzar desde el lado bielorruso de la frontera. Las tropas de Polonia han reforzado su contingente.
Los países limítrofes con Bielorrusia advirtieron que la crisis migratoria en las fronteras de la Unión Europea podría convertirse en una confrontación militar.
Los migrantes duermen a lado del alambrado que se colocó en la frontera. Lituania, Estonia y Letonia señalaron que Bielorrusia representa serias amenazas para la seguridad europea al intensificar deliberadamente su “ataque híbrido” utilizando a inmigrantes para tomar represalias por las sanciones de la Unión Europea.
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CAB