
En la madrugada del viernes, un policía mató a un estudiante de 19 años en Fortín, Veracruz, tras negarse el joven a detenerse en un retén.
La presión de estudiantes, familiares y amigos de Pablo Ortigoza Martínez, asesinado por un policía, llevó al ayuntamiento de Fortín, Veracruz, encabezado por Gerardo Rosales, a declarar desaparecida a la policía municipal.
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El munícipe informó que ya solicitó la presencia de la Marina Armada de México para que asuma las labores de vigilancia en esta demarcación.
La madrugada del pasado viernes, Pablo Ortigoza, de 19 años, estudiante del Instituto Tecnológico Nacional de México, Campus Orizaba, en la carrera de Ingeniería Química, se negó a detenerse en un retén policiaco en la colonia Ricardo Ballinas, esto bastó para que el policía Zurit Abel N accionara el arma a su cargo y de un solo disparo el joven murió.
Este hecho fue presenciado por amigos y vecinos, lo que provocó una serie de manifestaciones durante el fin de semana en respuesta a este incidente. El joven, además de estudiar, era boxeador amateur. El policía fue detenido horas después.
Los inconformes exigieron la salida de la policía municipal, pues a partir de lo ocurrido con el joven Pablo, comenzaron a llover en las manifestaciones y en redes sociales denuncias por los abusos que han venido cometiendo los elementos municipales al amparo de un supuesto control de la inseguridad.
Esteban Martínez Sandoval, tío de Pablo, dijo que los policías andaban encapuchados e instalando los retenes por doquier, que ya se habían enterado de los abusos que cometían y que incluso en la familia ya lo habían comentado para que tuvieran cuidado.
“La exigencia a partir de hoy es cero policías encapuchados, cero patrullas polarizadas y que cada ciudadano presente su denuncia, porque dicen que no hay antecedentes presentes, entonces vamos por denuncias por el abuso policial, las vamos a reunir”, dijo.
En principio, el alcalde salió y les dijo que era imposible pedir la desaparición de la corporación y les dijo que ya había un detenido y que estaba confeso, con lo que consideraba ya había al menos una respuesta, pero los reclamos fueron más fuertes y los inconformes bloquearon calles.
“Se van ellos o te vas tu”
Al ver que las manifestaciones arreciaban y se reunía cada vez más gente, el alcalde no tuvo más opción que pedir paciencia porque ya estaba redactando un documento para solicitarle al Gobierno del Estado la llegada de los elementos de la Marina Armada de México.
“Se van ellos o te vas tú, le gritaron al alcalde Gerardo Rosales, quien sólo les pidió paciencia y alrededor de las 2 de la tarde informó que ya le habían autorizado el retiro de la policía municipal.
Isabel Martínez Sandoval, madre de Pablo Ortigoza, dijo en entrevista que no basta con la detención del elemento policiaco, quien ya reconoció que su hijo no iba armado y que le disparó sin contemplación “con un arma larga que la alcaldía le proporcionó”.
Señaló que muchas familias se han acercado a ofrecerle sus condolencias, pero también a mencionarle que han sido víctimas de los policías municipales. Incluso mencionó que hace unos días una de sus sobrinas fue arrestada sin justificación y que cometieron abusos y tocamientos, por lo que la indignación creció de tal manera que el alcalde Rosales tuvo que agilizar los trámites para separar a la corporación.