¿Podría México liderar la industria de minería del Bitcoin?
Este artículo no es más que una hipótesis, un sueño guajiro, una idea sobre un papel, que requeriría mucha valentía; una apuesta arriesgada, pero una posibilidad que al menos sobre el papel cabría explorar.
Antecedentes
Hace unas semanas, El Salvador aprobó una ley en la que se reconoce a Bitcoin como moneda de curso legal en este país centroamericano. Tras 12 años desde que esta moneda fue presentada, ha ido avanzando en uso y en aceptación, peor esta ley si marca un hito fundamental en la adopción de la criptomoneda más importante.
En su caso, además de permitir que esta moneda sea de curso legal, van a producir una batería de leyes para incentivar el uso y atraer a los “cripto-inversores” así como a empresas relacionadas con esa industria.
Pocas personas, conocen que El Salvador genera más del 50% de su capacidad eléctrica por una fuente renovable de primer orden, la energía geotérmica. Algunos le dicen “energía de los volcanes” pero es mucho más que eso, aunque la realidad no sea tan romántica o visualmente atractiva.
En México, actualmente la energía geotermia, sigue en desarrollo siendo uno de los países del mundo que más energía genera por esta fuente renovable, con un total de 6,045 GwH. Pero vamos más lejos…
México tiene algunas de las zonas del mundo con más horas de sol al año y capacidad para convertirse en lo que llaman un país con superávit energético, con posibilidad de vender ese excedente a los países vecinos, especialmente Estados Unidos de América. ¿Pero por que venderlo, si podemos producir algo más valioso?
La industria de la minera de Bitcoin
Según el estudio que presentó la Universidad de Cambridge (Índice de Consumo de Electricidad de Cambridge Bitcoin) el coste energético que el bitcoin representa es de 121,36 TWh, repartiéndose entre mineros, nodos y otros agentes que aseguran la red de bitcoin y su blockchain.
Si bitcoin fuera un país, estaría dentro del top 30 de los países con más consumo eléctrico (México está en la posición 13 del mundo en cuanto a consumo eléctrico).
De ese consumo, cerca del 75% está en China. Este país asiático tiene una relación de amor odio con las criptomonedas, pasando de la prohibición al apoyo con una facilidad increíble. Les gustaría prohibirlas, pero no quieren encontrarse fuera de esta industria. En este momento, el péndulo se acerca, otra vez, a poner coto a la actividad minera de bitcoin, intentando prohibirla en algunas provincias.
Algo parecido está pasando en Irán, ya que ahí se mina el 4,5% de todos los bitcoins y donde las restricciones energéticas que sufre el país han hecho que las autoridades pongan freno a esta actividad.
En este momento, varios países hacen guiños a los mineros de estos dos países ofreciéndoles lo único que necesitan:
- Electricidad barata a ser posibles de fuentes renovables o al menos no contaminantes.
Además de esto, los mineros agradecen una legislación estable y favorable a su actividad, espacio seguro y como no, personal cualificado.
El cambio de estas industrias de lugar es fácil y rápido. No se trata de deslocalizar una gran empresa con miles de puestos de trabajo maquinas e insumos complejos de obtener y trasportar. En cuestión de semanas, los mineros se pueden ir a la otra punta del mundo y reiniciar la operación.
¿Podría México ofrecer esto a la industria minera de criptomonedas?
Es evidente que la legislación debería cambiar y ayudar a esta industria, pero en caso de existir la voluntad política es obvio que podría ser un destino deseado por los mineros. Actualmente la capacidad instalada de generación de 80,000 MW supera en 30,000 MW a la demanda máxima instantánea del Sistema Eléctrico Nacional, que en la semana 26 de 2019 alcanzó un total de 50,000 MW.
Imaginemos, un parque solar similar al que ya se está en construcción en La Paz, Baja California, con una inversión de 100 Millones de US, que con cerca de 130.000 paneles generará 82 GwH en las 100 hectáreas, que hacen de este parque uno de los más grandes en Latinoamérica (Esto es 78 veces menos que el último presupuesto del Tren Maya).
Obviamente, es una gota de agua para calmar la sed energética del bitcoin, pero si sumamos la oferta solar a la geotérmica cada vez más y más mineros podrían poner los ojos en México como destino de su industria. Sin embargo, no puedo quitarme esta imagen de la cabeza:
La península de Baja California, es una de las zonas con mayor potencial de generación de energía solar en todo el mundo. Hay lugares, con una capacidad de generar cerca de 7 mil KwH por día y metro cuadrado… una verdadera mina de oro sobre nuestras cabezas.
Energía que no solamente podría atraer a la industria del minado de bitcoin, sino a cualquier industria ávida de energía barata y limpia o de países y empresas necesitadas de cuadrar su balance de la cuota de CO2 emitido en su generación eléctrica.
¿Cómo sigue?
Entiendo que el ejercicio de valentía que ha hecho El Salvador, de momento es posible hacerlo en un país pequeño, pero tengo claro que en los próximos años más y más países tomaran esta u otras decisiones parecidas. Entiendo que México puede tardar mucho en estar en este tipo de decisiones, pero ¿Por qué no beneficiarse de la situación actual, mientras se dan las condiciones en el mundo para sumarse a la lista de países que avanzan hacia la nueva economía?
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Rafael González Bautista