La idea de plantar árboles en homenaje a las personas fallecidas nació en 2011 y se materializó en 2014 gracias a Margarita Ballesteros, directora de la Corporación Ambiental Colombia Reserva de Vida.
Alejandra Arenas cumplió el jueves el deseo de su padre Alejandro antes de morir por covid-19 hace dos semanas: plantar un árbol con sus cenizas. Así como ella, cientos de familias colombianas que perdieron a sus seres queridos en la pandemia han sembrado más de 3 mil árboles en la Reserva Natural El Pajonal de Cogua, ubicada a 70 kilómetros de Bogotá.“Está el dolor de haber perdido a mi papá y la tranquilidad de saber que se hizo lo que él quiso y que se está aportando en la conservación del medioambiente”, dijo Alejandra Arenas, de 27 años, a The Associated Press.
Colombia atraviesa el momento más crítico de la pandemia en medio de la apertura económica y las aglomeraciones generadas por multitudinarias manifestaciones antigubernamentales, según las autoridades sanitarias. El miércoles superó los cuatro millones de casos confirmados y acumuló 101 mil 947 fallecidos, más de 600 de ellos en solo 24 horas.
La idea de plantar árboles en homenaje a las personas fallecidas nació en 2011 y se materializó en 2014, dijo a la AP Margarita Ballesteros, directora de la Corporación Ambiental Colombia Reserva de Vida que se encarga de conservar la reserva natural donde se han plantado aproximadamente 7 mil árboles, cuatro por cada difunto.
Su idea original fue reforestar el predio ubicado en el Páramo del Guerrero, el “más intervenido del mundo, donde hay agricultura y minas a cielo abierto”, sin embargo, con la pandemia el proyecto adquirió un sentido adicional para ayudar a las familias en su proceso de duelo, aproximadamente 3 mil árboles fueron plantados en memoria de las víctimas de covid-19, explicó Ballesteros.
“No sabemos qué es lo que pasa después de la muerte, pero esperamos que con este homenaje él se sienta libre, como le gustaba en vida y en la naturaleza”, dijo a AP Mauricio Navas, de 40 años, quien sembró las cenizas de su padre Alejandro esperando que sus nietos puedan recordarlo a través de los árboles.
Los familiares buscan un espacio para plantar los árboles a través de las funerarias que tienen convenios con la reserva y pagan por el mantenimiento de las plantas.
“La siembra la hacen directamente los familiares con cuatro árboles y placas o fotos, todo lo que quieran colocar, es una forma de hacer el duelo”, indicó a la AP la funeraria La Luz Asistencia Integral.
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