Después de haber estado jugando futbol, Sam Kanizay decidió darse un baño en una playa de Melboune, Australia.
Cuando salió del agua sus piernas estaban ensangrentadas. Según el padre de Sam, Jarrod Kanizay, el joven de 16 años salió del agua una primera vez “con la sensación de tener las piernas cubiertas de arena” por lo que decidió volver al bañarse. “Cuando volvió a salir descubrió que tenía las piernas cubiertas de sangre”, relata Jarrod que asegura que las piernas de su hijo estaban cubiertas por unas pequeñas criaturas que “se comieron la piel de Sam y le hicieron sangrar contundentemente”.
Un experto en animales marinos invertebrados aseguró que nunca antes había visto un caso como este. Cree que el ataque puede haber sido obra de un animal como los piojos marinos y señaló que tendría que haberse producido un ataque masivo para producir las heridas de Sam.
Al día siguiente el padre del chico, Jarrod Kanizay, fue a la misma playa con un trozo de carne, lo arrojó al mismo sitio donde su hijo se bañaba y logró atrapar a algunos “piojos de mar”.
Las autoridades australianas no han cerrado la playa, pues lo achacan a un incidente casual.
¿Qué son los “piojos marinos”?
Su nombre científico es copepdo, y es de la familia Caligidae. Los piojos de mar son una plaga marina que pues merma la población de salmones al adherirse a su piel para alimentarse de su sangre.
Son típicos de los ecosistemas marinos (viven en cualquier zona oceánica o marino, incluido el Mediterráneo, aunque es en el Caribe, Golfo de México y Florida donde más casos se dan), que tienen dientes y se alimentan de las mucosas, piel y sangre de los peces marinos.
Son una amenaza para submarinistas y bañistas, sus mordidas no son graves si son animales aislados los que las cometen, pero si van en grupo, pueden causar lesiones en la piel, o erupciones que pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, náuseas.