Organizaciones pidieron a la CNDH investigar el caso de tortura sexual contra July Raquel Flores Garfias, acusada de homicidio en 2020.
Familiares y organizaciones sociales exigieron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) investigar el caso de tortura sexual de las autoridades contra July Raquel Flores Garfias, una joven mexicana acusada de homicidio en 2020 y quien se encuentra en prisión preventiva.
“En el contexto del primer año en prisión preventiva de July Raquel Flores Garfias, mujer sobreviviente de tortura sexual, sus familiares llamaron a la CNDH a investigar la denuncia conforme a los más altos estándares de derechos humanos“, indicó en un comunicado el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh).
La organización denunció que Flores Garfias, de 30 años de edad, fue detenida el 6 de noviembre de 2020 por policías ministeriales de la Ciudad de México y trasladada al oriental estado Veracruz para ser presentada ante un juez.
Detalló que durante el trayecto entre ambas ciudades, la joven fue víctima de actos de tortura y tortura sexual mientras se le acusaba de estar relacionada con el homicidio de la rectora del Colegio Valladolid, ocurrido el 29 de junio de 2020 en Xalapa, capital veracruzana.
Sin embargo, ese día, July estaba trabajando a 500 kilómetros de distancia de Xalapa, según lo declarado por testigos. A pesar de esto, la mujer lleva un año privada de su libertad en un penal de Veracruz, según denuncian los activistas.
“Al ser esta una grave violación de derechos humanos, la investigación debe sin duda concluir en una recomendación que debe ser emitida con celeridad y conforme a los más altos estándares”, indicó el Centro Prodh.
Señaló que el caso de la joven “demuestra que la tortura en México sigue siendo una práctica generalizada”.
Esto, pese a que en reiteradas ocasiones el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha asegurado que en su Gobierno, bajo ninguna circunstancia, se permite la tortura.
En este contexto, el Centro Prodh llamó a la CNDH a conducir una “investigación diligente” en la que se tome en cuenta el Protocolo de Estambul, entre otras pruebas.
“Además, la investigación debe realizarse con perspectiva de género, considerando los impactos diferenciados de la tortura sexual en las mujeres”, precisó.
Y dijo que el caso de July se suma a la campaña “Rompiendo el Silencio: Todas juntas contra la Tortura Sexual“, que inició con los testimonios de las mujeres de Atenco, para visibilizar esta violación a los derechos humanos y la falta de compromiso de las autoridades.
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EDFM