En el punto fronterizo de Nadlac-Csanadpalota, un perro callejero se convirtió en el primer “viajero” en cruzar de Rumania a Bulgaria.
El comienzo de 2025 marcó un hito histórico para Rumania y Bulgaria, al unirse completamente al espacio Schengen y eliminar los controles fronterizos terrestres con otros países miembros de la Unión Europea. Este logro, celebrado con ceremonias oficiales, dejó una imagen conmovedora que rápidamente se viralizó.
En el cruce fronterizo de Nadlac-Csanadpalota, un perro callejero se convirtió en el primer “viajero” en cruzar la frontera, recibiendo aplausos y vítores de funcionarios de ambos lados. Este acto simbólico destacó la relevancia de la adhesión de Rumania y Bulgaria al área de libre circulación más grande del mundo.
Austria, preocupada por la migración irregular, mantuvo un veto durante meses antes de permitir la adhesión completa. Este logro pone fin a años de espera desde que Rumania y Bulgaria levantaron los controles de viajes aéreos y marítimos en marzo de 2024.
El emotivo momento del cruce del perro resaltó un problema persistente en la región: la elevada población de perros callejeros. En Hungría, se calcula que hay alrededor de 500 mil perros en las calles, con un promedio de 2 mil muertes mensuales, según Help Hungarian Dogs.
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El espacio Schengen es una zona que facilita la libre circulación de más de 425 millones de ciudadanos europeos y visitantes, eliminando los controles fronterizos entre sus 27 miembros, incluidos países como Suiza, Noruega e Islandia.
La integración de Rumania y Bulgaria al espacio Schengen traerá beneficios significativos tanto para la economía como para la cohesión social del bloque. No obstante, este proceso estuvo marcado por diversos desafíos.
La Comisión Europea destacó que el espacio Schengen permite la libre circulación de más de 425 millones de ciudadanos de la UE, así como de nacionales de terceros países que residen o visitan el bloque.