La perrita de año y medio de nombre Lulu se unió, junto con otras seis reclutas hembras, a la clase 2017 del programa K9 para detección de explosivos
Una perrita de raza labrador, color negro, fue dada de baja de su clase por la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés), luego de no mostrar interés en su trabajo de detección de bombas.
La perrita de año y medio de nombre Lulu se unió, junto con otras seis reclutas hembras, a la clase 2017 del programa K9 para detección de explosivos, debido a que presentaba todas las características para ser la número uno de su clase.
La agencia considera que el trabajo de los cannes encargados de detectar artefactos explosivos es “la primera línea de defensa contra amenazas directas al personal y los edificios de la sede de la agencia y en el exterior”.
Lulu tenía un talento natural para olfatear el aroma de más de 20 mil brebajes explosivos diferentes, por lo que después de completar su entrenamiento de impresión, el can fue emparejada con su asistente del Departamento de Policía del Condado de Fairfax en Virginia para someterse a 10 semanas más de entrenamiento avanzado, esta vez como equipo.
Unas semanas después de clases, los entrenadores notaron que Lulu ya no estaba motivada para encontrar explosivos, incluso con la promesa de sabrosas golosinas o tiempo de juego.
La agencia explicó que los cachorros suelen tener algunos días malos en los que se muestran perezosos y se niegan a seguir el programa para detectar los olores.
Ellos esperaban a que Lulu saliera de ese estado en uno o dos días; sin embargo después de probar distintas tácticas para hacerla volver al juego, los entrenadores se dieron cuenta de que el aburrimiento y el desinterés de Lulu no eran una condición temporal.
Y es que la perrita había formado un vínculo muy estrecho con su entrenador y su familia, siendo sus hijos el principal distractor del animalito que disfrutaba más de sus caricias, que de los agotadores entrenamientos.
Por tal motivo, la CIA decidió dejarla fuera del equipo élite de K9, y a través de un comunicado compartió que en búsqueda de la seguridad y bienestar del can aceptaron que la perrita fuera adoptada por la familia de su entrenador.
“Ahora disfruta de sus días jugando con niños, husmeando conejos y ardillas en el patio trasero y comiendo alimentos y tentempiés de un plato para perros. Aunque dejó de entrenar, Lulu sigue siendo un perro muy bueno. Extrañaremos a Lulu, pero esta fue la decisión correcta para ella. Le deseamos lo mejor en su nueva vida”.
Contenido relacionado
Perrita se hace pasar por callejera para conseguir alimento #VIDEO