La cantante Paty Cantú ofreció show virtual la tarde del domingo en un viaje desde sus éxitos con Lu.
La cantante Paty Cantú emprendió un viaje en el tiempo por su sensibilidad musical junto a su fans como parte del concepto de conciertos virtuales “Irrepetible”, durante la tarde del domingo 28 de junio.
Poco después de las 17:30 horas emergió en un pequeño foro generando una atmósfera de intimidad, para ofrecer poco más de hora y media de show cercano a la realidad.
Desde sus éxitos con Lu así como una muestra de su proyecto Antología, compartió la carismática Paty en paseo por un selecto set.
El viaje sonoro pleno de nostalgias arrancó con “Grita” y “Sé”, rápidamente prendiendo los ánimos de sus seguidores que inundaban el chat con muestras de cariño y emoticones alegres.
“Mi idea es que en estos tiempos cuando las cosas están complicadas podamos tener momentos bonitos, las canciones son máquinas del tiempo para mí. Queríamos hacer una experiencia cercana a lo que es un momento en vivo que es Irrepetible, producido y bien hecho”, expresó Paty prosiguiendo con “Duele”.
Para el recital se acompañó de los músicos y productores Stefano Vieni así como Áureo Baqueiro, mientras a Cantú se le veía con un blusa roja y chamarra oscura.
El acto tuvo cambios de escenario, provocando una sensación fresca con un entablado en un estilo bohemio y otro más rockero con guitarras como telón de fondo.
Entre esas ambientaciones Paty traía en sus manos su celular para ir contestando y agradeciendo a su gente, que rebosaba con cascadas de frases como: “¡maravilloso concierto!” y “¡te amamos!”.
La artista correspondía “¡yo también los amo!”, tras rasgar temas como “Entre mis brazos” y “Por besarte”.
El romanticismo y la melancolía sucumbieron con “Una confusión” y “La vida después de ti”, además de “Piénsalo bien”.
Ella agradecía la entrega de sus fans y el cobijo de sus músicos, dando cerrojazo definitivo con “Voy a llorar” y “Maldita estupidez”.
La sonriente Paty Cantú salía en huida tras escena en tanto las luces se apagaban, dejando emocionados y con las pilas bien puestas de su fanaticada que clamaban “¡otra, otra, otra!”. En el reloj caían las 19:25 horas de una noche “Irrepetible”.
Fotos: Sam Kerr/ OCESA Seitrack
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