La importancia de este experimento reside en que las células cultivadas en el laboratorio lograron conectarse con las del paciente
Un equipo de científicos de la Universidad de San Diego, dirigido por Shaochen Chen y Mark Tuszinski, profesor de nanoingeniería y neurocientífico respectivamente, recreó una parte de la médula espinal con ayuda de una impresora 3D.
Esta bioimpresión se puede adaptar a la lesión del paciente y se suma a las varias prótesis que se han realizado con esta tecnología, de acuerdo con los resultados de la investigación publicados en la revista Nature Medicine.
Los científicos primero imprimieron pequeños implantes hechos de gel blando para después rellenarlos con células madre neurales usando una impresora. Luego los colocaron, mediante cirugía, dentro de un pequeño espacio en la médula espinal de una rata.
Las nuevas células nerviosas y los axones crecieron y formaron nuevas conexiones en la médula espinal del animal. Estas células nerviosas no sólo están conectadas entre sí, también con el tejido de la médula espinal y el sistema circulatorio del paciente, lo que ayuda a asegurar su supervivencia en el cuerpo.
La impresión 3D tan precisa permite que la matriz blanda y celular se ajuste exactamente a la herida.
La importancia de este experimento reside en que las células cultivadas en el laboratorio lograron conectarse con las del paciente.
“Pudieron reorientar las células que crean tejido cicatrizado y crear nuevas conexiones”, dice Christine Schmidt, profesora de ingeniería biomédica en la Universidad de Florida, quien no participa en la investigación.
“Este siempre ha sido un gran desafío en el campo. Eso es realmente novedoso”, señaló a Wired.
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