La administración de Donald Trump negará el trámite a la pareja, a menos que comprueben con una constancia legal que estén casados
El gobierno de Estados Unidos negará, a partir de esta semana, el trámite de visado para las parejas del mismo sexo de diplomáticos extranjeros y funcionarios de Naciones Unidas que residen en el país, a menos que presenten su acta conyugal.
En una circular remitida a la ONU, Estados Unidos explica que esta decisión forma parte de los cambios que la Administración ha venido llevando a cabo para adaptar sus políticas a la decisión del Tribunal Supremo que en julio de 2015 legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Antes de la entrada en vigor de esta nueva ley, un diplomático solicitaba un visado de acompañante para su cónyuge del mismo sexo y el gobierno estadunidense solo pedía que fueran pareja.
No obstante a partir de este lunes, el gobierno negará el trámite a la pareja, a menos que comprueben con una constancia legal que estén casados.
Esta medida ha generado fuertes críticas que la acusan de ser retrógrada debido a que el matrimonio homosexual continúa siendo ilegal en numerosas naciones, por lo que no podrían casarse en sus lugares de origen.
En el caso de las parejas heterosexuales, la Administración estadounidense requería este documento con anterioridad para este tipo de visados, conocidos como G-4; por lo que ahora son las parejas homosexuales las que se agregan a la medida.
Las parejas que no respeten los trámites legales deberán abandonar el país en un plazo de 30 días, a menos que obtengan otro tipo de autorización para permanecer.
UN Globe, una asociación que defiende los derechos de los empleados LGBT de Naciones Unidas, lamentó en una nota en su web este “desafortunado” cambio de las normas, recordando que las parejas del mismo sexo “tienen opciones limitadas en lo que respecta al matrimonio”.
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