También es importante cambiar la forma de producir los alimentos, la agricultura sostenible es clave en esta lucha
El cambio climático es una de las mayores amenazas de la humanidad, en pocos años la situación climatológica, la falta de alimento y las enfermedades obligarán a las personas a desplazarse, haciendo que los gobiernos traten de evitarlo, el panorama no es nada alentador, por ello la Organización de las Naciones Unidas (ONU), toma cartas en el asunto.
El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicó este jueves su informe sobre La Tierra y el Cambio Climático, en el que destaca, entre otras cosas, cómo el clima está afectando la disponibilidad, el acceso, la nutrición y la estabilidad de los alimentos.
Los científicos aseguran que alimentos más caros, menos nutritivos y disrupciones en la cadena de distribución afectarán a todo el planeta con un énfasis dramático en los países más pobres, si no se actúa para detener la degradación de la tierra y mantener el calentamiento global por debajo de los 2°C, como lo establece el Acuerdo de París.
Incluso con un aumento de 1,5°C con respecto los niveles preindustriales, hay grandes riesgos de escasez de agua, incendios, degradación del permafrost e inestabilidad en el sistema alimentario.
Ya no es suficiente con limitar o erradicar las emisiones contaminantes de efecto invernadero: también son necesarias modificaciones profundas en la producción mundial de alimentos, es decir, en la agricultura y en la ganadería, y por ende en nuestros hábitos alimenticios.
Los expertos destacan que detener el desperdicio de comida, cambiar la dieta por una que incluya más vegetales y legumbres, así como invertir en la agricultura sostenible y proteger la tierra de la degradación, puede contribuir a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero que aumentan el calentamiento global.
“Podemos luchar contra el cambio climático en un mundo donde nos concentremos en la sostenibilidad. Esto significa un menor crecimiento de la población, una reducción de las desigualdades, una mejor nutrición y un menor desperdicio de comida. Una acción temprana para reducir las emisiones significará que utilizaremos menos tierra en el futuro para obtener energía y habrá menos deforestación”, aseguró Hans-Otto Pörtner, científico del IPCC.
Reducir la desigualdad, aumentar los salarios y asegurar el acceso a la comida en regiones donde la tierra ya no produce también influyen en adaptarse a los impactos negativos del cambio climático.
23% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la agricultura, la silvicultura y otros tipos de uso del suelo.
— ONU Medio Ambiente (@ONUMedioAmb) August 8, 2019
El manejo sostenible de la tierra es crucial para enfrentar la #CrisisClimática.
Lee reporte del @IPCC_CH presentado hoy: https://t.co/5g0RpNSRFe pic.twitter.com/gPPoLZnoZj
La tierra como un recurso crítico en la lucha contra el cambio climático
La tierra ya está bajo una presión humana creciente y el cambio climático se está sumando, mantener el calentamiento global por debajo de los 2ºC solo se puede lograr reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los sectores, incluidos la tierra y los alimentos.
“La tierra juega un rol muy importante en el sistema climático. La agricultura, la silvicultura y otros tipos de uso representan el 23% de las emisiones de efecto invernadero. Al mismo tiempo los procesos naturales de la tierra absorben dióxido de carbono equivalente a casi un tercio del emitido por los combustibles fósiles y las industrias”, asegura el experto Hans-Otto Portner.
Manejar los recursos de manera sostenible puede ayudar a abordar el cambio climático. “Las elecciones que hacemos en este manejo pueden ayudar a reducir y en algunos casos hasta reversar los impactos”, expresa el científico del Panel Kiyoto Tanabe, quien añade que la tierra que ya está siendo usada puede alimentar a la población mundial y al mismo tiempo proveer biomasa para la energía renovable, pero se necesita acción temprana y extensa para lograrlo.
La degradación de la tierra y los riesgos añadidos al calentamiento global
Cuando la tierra se degrada se hace menos productiva y se reduce su capacidad para absorber carbono, lo que influye en el cambio climático, que en retorno contribuye más a su degradación.
“En un futuro, con lluvias más intensas, aumentará el riesgo de erosión del suelo en las tierras de cultivo. La gestión sostenible de la tierra es una forma de proteger a las comunidades de los efectos perjudiciales de la erosión del suelo y deslizamientos de tierra. Sin embargo, hay límites para lo que se puede hacer, por lo que en otros casos la degradación puede ser irreversible “, añade Tanabe.
Aproximadamente 500 millones de personas viven en áreas que experimentan la desertificación. Las áreas secas son más vulnerables al cambio climático y a los eventos extremos, incluidos la sequía, las olas de calor y las tormentas de polvo, con una creciente población mundial que proporciona más presión.
El informe establece opciones para abordar la degradación de la tierra y también examina los impactos de los diferentes niveles de calentamiento global.
Recomendaciones
Un enfoque general en sostenibilidad combinado con acciones tempranasofrece las mejores oportunidades para luchar contra el cambio climático. Esto incluye, un menor crecimiento de la población, la reducción de desigualdades, una mejor nutrición y un menor desperdicio de comida.
Si se logra un sistema alimentario más resiliente se puede tener más tierra disponible para crear energías limpias, y al mismo tiempo proteger los bosques y los ecosistemas naturales. Sin embargo, si no se actúa pronto, más tierra podría necesitarse para generar energía y esto conduciría a desafiantes decisiones sobre su uso y el sistema alimentario.
Contenido relacionado