Autoridades del Vaticano informaron que el Papa Francisco viajará a Myanmar y Bangladesh en una gira a partir de finales de noviembre, estando contempladas las ciudades de Yangón y Naypitaw, la capital, durante su visita a Myanmar del 27 al 30 de noviembre, así como Daca durante su estancia en Bangladesh del 30 de noviembre al 2 de diciembre.
La visita de Francisco a Myanmar llega en un momento delicado, con tensiones internas entre la mayoría budista y la minoría étnica musulmana rohingya que derivaron la semana pasada en tensiones entre el ejército e insurgentes rohingya. Defensores de los rohingya afirmaron que el ejército está atacando sus poblados y desplazando a miles de personas.
Los prejuicios contra esta minoría son generalizados y arraigados, y han avivado episodios anteriores de violencia a gran escala. Hay en torno a un millón de rohingyas en el estado occidental de Rakhine, pero se les tratas como inmigrantes de Bangladesh sin permiso de residencia y se les niega la ciudadanía.
El Sumo Pontífice condenó el domingo la persecución de los rohingya y rezó para que recibieran “plenos derechos”. Se refirió a “tristes noticias sobre la persecución de la minoría religiosa de nuestros hermanos rohingya” y pidió a los fieles en la Plaza de San Pedro que rezaran para que Dios “los salve” y reciban ayuda.
Francisco ha expresado su preocupación por esa comunidad en varias ocasiones.
Es probable que el Santo Padre reciba críticas de ambos bandos por sus planes de viaje. Los defensores de los rohingya podrían sentir que su visita da legitimidad a un gobierno al que algunos acusan de genocidio, mientras que la activa comunidad nacionalista budista que cree que los rohingya no deben estar en su país estará poco conforme por la simpatía que siente el papa por ellos.
En su anuncio de la visita, los obispos católicos de Myanmar dijeron que el gobierno allí “ha ofrecido una cálida bienvenida con la invitación del santo padre, confiando en que su presencia aumente la paz y la armonía de todos los pueblos”. Está previsto que se reúna con miembros del gobierno, así como con líderes juveniles, civiles y religiosos, además de oficiar labores pastorales para la comunidad católica local.
Por otro lado, Bangladesh ha sufrido inestabilidad política y un incipiente movimiento yihadista.
Hay unos 600,000 católicos en Myanmar, que suponen en torno al 1% de sus 58 millones de habitantes, mientras que la comunidad católica de Bangladesh asciende a unos 280,000 fieles, menos de un cuarto del 1% de una población que se estima en hasta 150 millones de personas.