El Papa Francisco debe llegar al aeropuerto internacional de Tocumen de Panamá a las 16:30 horas del miércoles y su viaje coincide con la mayor ola migratoria jamás registrada en Latinoamérica
El Papa Francisco partió de Roma este miércoles rumbo a Panamá, donde lo esperan unos 200,000 jóvenes católicos de 155 países para una nueva edición de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebra en un contexto de migración de masas en varios países latinoamericanos.
Para Francisco, primer pontífice latinoamericano de la historia, este encuentro con la juventud es un paréntesis en medio del torrente de escándalos de abusos sexuales que sacuden la Iglesia. Por lo que, antes de montar a bordo del avión el miércoles por la mañana, el soberano religioso se reunió con ocho jóvenes refugiados, casi un ritual antes de salir de Roma.
El tema de los migrantes también fue abordado en el avión con los periodistas. “Es el miedo lo que nos vuelve locos”, comentó, respondiendo a un periodista que calificó de “locura” la construcción del muro entre México y Estados Unidos.
El infatigable pontífice de 82 años anunció igualmente que viajaría en noviembre a Japón, país adonde habría deseado ir como misionero durante su juventud.
Al respecto, el director “ad interim” de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, dijo: “El Viaje Apostólico a Japón está en fase de estudio. Como ya ha dicho el Santo Padre en otras ocasiones, su deseo de ir a este país es grande. En cuanto a una posible visita a Irak, como ya ha afirmado el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, al regreso de su visita al país el pasado mes de diciembre, no existen actualmente las condiciones para una visita del Santo Padre.
Me voy a la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá. Les pido que oren por este evento tan hermoso e importante en el camino de la Iglesia.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) 23 de enero de 2019
Miles de peregrinos, cubiertos de banderas, invadieron Ciudad de Panamá y esperan la llegada del Papa Francisco cantando y haciéndose selfies a orillas del océano Pacífico.
Despegando a las 9:51 horas de Roma, el sumo pontífice debe llegar al aeropuerto internacional de Tocumen el miércoles a las 16:30 horas, tiempo local y su viaje coincide con la mayor ola migratoria jamás registrada en Latinoamérica: hondureños, salvadoreños y venezolanos traspasan fronteras a diario en busca de oportunidades para huir de gobiernos o de la violencia de pandillas.
“Los lanzan a cifrar sus esperanzas en otros países, exponiéndoles al narcotráfico, la trata humana, la delincuencia y tantos otros males”, dijo el martes el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, en una misa previa a la llegada del Papa.
Por eso, “anhelamos” que esta visita “sea un bálsamo para la difícil situación con la que conviven” muchos jóvenes, expresó Ulloa ante la multitud en el Campo Santa María la Antigua del paseo marítimo de Ciudad de Panamá, en donde abordará temas de la región como la pobreza, la corrupción y la emigración.
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