Autoridades presumen que detrás del multihomicidio están grupos de pandillas antagónicas, como Los aztecas y Los mexicles.
El multihomicidio perpetrado el martes pasado en el centro contra las adicciones Uniendo a las Familias para Vivir Mejor, se ha ido clarificando. Oficialmente se habla de 15 adictos asesinados —14 hombres y una mujer— y ocho heridos; tres de ellos ya fueron dados de alta.
Las autoridades estatales presumen que detrás de la matanza están grupos de pandillas antagónicas, como Los aztecas y Los mexicles que, junto con Artistas asesinos, buscan controlar el trasiego y venta de drogas.
César Peniche, fiscal general de Chihuahua, declaró que las primeras investigaciones indican que fueron varios integrantes de Los aztecas, probablemente cuatro, quienes perpetraron el múltiple homicidio.
De acuerdo con la hipótesis gubernamental, la acción criminal está relacionada con otras matanzas, y su propósito es eliminar adversarios para el control del territorio y la venta de drogas.
En ese sentido, en conferencia de prensa, Óscar Aparicio Avendaño, comisionado estatal de Seguridad, aseveró que este mismo grupo estaría detrás de los ataques a centros nocturnos del pasado fin de semana en la ciudad de Chihuahua, donde murieron seis hombres, así como del homicidio de otras seis personas en el centro de la capital, en la conocida zona rosa.
Añadió que estos últimos hechos violentos están íntimamente relacionados a la detención en días pasados de René Gerardo Santana Garza, El 300, líder criminal de Los aztecas, lo que ocasionó, dijo, un reacomodo natural.
La hipótesis expuesta por Aparicio Avendaño se respalda en el hecho que entre las víctimas del centro de rehabilitación había varios pandilleros de Los mexicles, acérrimos enemigos de Los aztecas. Ambas pandillas trabajan, respectivamente, para los cárteles del Pacífico y de los Carrillo Fuentes, bajo las órdenes de los grupos criminales Gente nueva y La línea.
Se expuso que las líneas de investigación del multihomicidio se centran en una acción de exterminio, de reacomodo de liderazgos criminales y de lucha de pandillas para el control de la venta de drogas, principalmente de anfetaminas y crystal.
Las autoridades dieron a conocer el nombre de 13 de las 15 personas que murieron, 14 hombres y una mujer; 13 de ellos quedaron dentro del centro de rehabilitación, y otros dos mientras eran atendidos en un hospital; otros ocho fueron lesionados, de ellos tres ya fueron dados de alta.
Aparicio Avendaño explicó que “es claro que pandilleros y expandilleros viven en estos centros de rehabilitación, nunca dejan de ser pandilleros y el grupo antagónico es lo que piensa”.
Con información de Excélsior
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