El miércoles, militares golpistas en Níger afirmaron que derrocaron a Bazoum, presidente desde 2021.
Este jueves, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos pidió que el presidente nigerino Mohamed Bazoum, quien ha sido secuestrado por militares, sea inmediatamente liberado sin condiciones.
Rusia también reclamó la “pronta liberación” de Bazoum y llamó a las partes “a abstenerse de recurrir a la fuerza y a resolver todas las cuestiones controvertidas mediante un diálogo pacífico y constructivo”.
El jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas de Níger apoyó el jueves a los militares golpistas que mantienen detenido al presidente Bazoum, en Niamey, donde la junta acusó a Francia de haber violado su decisión de cerrar las fronteras.
De la misma manera, varios cientos de personas se manifestaron en apoyo a los golpistas este jueves en dos localidades de Níger, ondeando banderas rusas y coreando consignas antifrancesas, en apoyo a los soldados golpistas que derrocaron al presidente.
Una de las manifestaciones tuvo lugar en Niamey, la capital, cerca de la Asamblea Nacional, donde una multitud salpicada de banderas rusas, gritaba: “¡Abajo Francia, viva Rusia!”. Paralelamente, un grupo de jóvenes acudieron a la sede del Partido Nigerino para la Democracia y el Socialismo (PNDS, oficialismo), a pocos kilómetros de la manifestación, donde incendiaron coches.
La segunda se presentó en Dosso, localidad ubicada a cien kilómetros al sureste de Niamey, donde “cientos” de manifestantes golpistas recorrieron las calles antes de realizar un mitin, dijo uno de los organizadores, Hassane Bagué.
Unas horas antes, el presidente de Níger, Mohamed Bazoum, rechazó el golpe de Estado perpetrado por los militares que desde el miércoles lo mantienen retenido en el palacio presidencial de la capital Niamey.
El miércoles por la noche, y luego de una jornada de tensión y rumores de golpe de Estado, militares rebeldes afirmaron en la televisión nacional que derrocaron al presidente electo democráticamente y en el poder desde 2021.
El militar aseguró que este consejo se ciñe al “respeto de todos los compromisos suscritos por Níger” y garantizó a la comunidad nacional e internacional que tratarán a las autoridades caídas “conforme a los principios de derechos humanos”. La junta también informó de la suspensión de “todas las instituciones” del país y del cierre de las fronteras terrestres y aéreas “hasta la estabilización de la situación”.
Las negociaciones entre Bazoum y la guardia presidencial para encontrar una solución fracasaron sin que hayan trascendido cuáles eran las exigencias de los militares. Una fuente cercana al aparentemente derrocado mandatario dijo que la guardia presidencial “rechazó liberar” a Bazoum y que “el ejército le lanzó un ultimátum”, sin precisar en qué consistía.
Níger es uno de los últimos aliados de Occidente en un Sahel arrasado por la violencia yihadista. Malí y Burkina Faso, dirigidos por militares golpistas, se han acercado hacia otros socios como Rusia. Desde que se independizó de Francia en 1960, el país ha sufrido numerosos intentos de golpe de Estado, cuatro de ellos exitosos, el último en febrero de 2010, cuando fue derrocado el presidente Mamadou Tandja.