La OMS ha publicado una guía sobre los cigarrillos electrónicos y vaporizadores respondiendo a preguntas sobre su seguridad y los riesgos que generan
Cada vez hay más pruebas de que el uso de cigarrillos y vaporizadores electrónicos podría causar daño pulmonar, asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El 17 de septiembre de 2019, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos activaron una investigación de emergencia sobre los vínculos entre los cigarrillos electrónicos y vaporizadores y las lesiones y muertes pulmonares.
Para el 10 de diciembre de 2019, EE. UU. notificó más de 2409 casos de pacientes hospitalizados y 52 muertes confirmadas.
Al menos otros cinco países han iniciado investigaciones para identificar casos de lesiones pulmonares relacionadas con el uso de estos productos.
Mitos sobre los cigarrillos y vaporizadores electrónicos
Primer mito: no hacen daño. La Organización explica que cada vez hay más pruebas de que estos dañan los pulmones. La Organización recuerda que en Estados Unidos en 2019 hubo más de 2400 hospitalizaciones y 52 muertes vinculadas a estos productos y se ha puesto en marcha una investigación.
Segundo mito: son menos adictivos que los cigarros convencionales. La OMS dice que depende de la cantidad de nicotina y otros tóxicos en los líquidos, pero sabemos que “conllevan claros riesgos de la salud y no son seguros de ninguna manera”.
Otra falsedad es que ayudan a dejar de fumar. No hay pruebas de ello y existen otros productos diseñados para ese fin, como los parches de nicotina.
Acciones de la OMS
La OMS monitorea y revisa regularmente la evidencia sobre estos productos en relación con la salud y ofrece orientación a los gobiernos y al público.
Esto incluye un informe bienal sobre la epidemia mundial de tabaco, que analiza la situación actual, las intervenciones para combatirla y otros recursos relevantes.
Regulación en los países
Los cigarrillos electrónicos y vaporizadores son perjudiciales para la salud y, donde no están prohibidos, deben ser regulados.
La regulación debe:
- interrumpir la promoción y la aceptación de los productos
- reducir los riesgos potenciales para la salud de los usuarios y no usuarios
- prohibir que se realicen afirmaciones falsas o no comprobadas sobre los dispositivos
- proteger los esfuerzos existentes para el control del tabaco
Alrededor de 15.000 sabores únicos se utilizan en los cigarrillos electrónicos y vaporizadores, incluidos los sabores diseñados para atraer a los jóvenes, como el chicle y el algodón de azúcar.
Según la OMS, los Gobiernos deberían restringir la publicidad, la promoción y el patrocinio de estos productos para proteger a los jóvenes, otros grupos vulnerables y los no fumadores.
El uso esos productos en lugares públicos y de trabajo cerrados debe estar prohibido, dados los riesgos para la salud que representan para los no usuarios.
Además, la Organización recomienda gravar estos dispositivos de manera similar a los productos del tabaco, ya que ofrece beneficios mutuos para los Gobiernos y para proteger a los ciudadanos a través de precios más altos que impiden el consumo.
Con información de
ONU Noticias
DMS
Contenido relacionado