Naim Qasem, el nuevo líder de Hezbolá, prometió continuar con el plan de guerra de su predecesor y aseguró que Hezbolá ha comenzado a recuperarse
El nuevo jefe de Hezbolá, Naim Qasem, afirmó que el grupo islamista libanés tiene la capacidad de seguir combatiendo en contra del ejército de Israel a pesar de los golpes recibidos, pero que aceptaría un cese el fuego bajo ciertas “condiciones”.
Israel, en guerra abierta con Hezbolá desde septiembre, bombardeó el miércoles bastiones del grupo chiita en Líbano, incluyendo la ciudad de Baalbek, en el este, provocando una fuga masiva de habitantes.
En Sohmor, también en el este, once personas murieron en “sucesivos bombardeos del enemigo israelí”, indicó el Ministerio de Salud de Líbano.
Un bombardeo cerca de Nabatieh, en el sur, mató al número dos de la fuerza de élite de Hezbolá, Mustafa Ahmad Shahadi, aseguró el ejército israelí.
Su muerte se sumaría a la larga lista de altos cargos del movimiento asesinados por Israel, incluyendo su líder Hasán Naslará, en un bombardeo israelí el 27 de septiembre.
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En su primer discurso desde su nombramiento el martes, Naim Qasem prometió mantener el “plan de guerra” de su predecesor y afirmó que Hezbolá ha “comenzado a recuperarse” tras los “dolorosos golpes” de Israel.
No obstante, sostuvo que aceptaría un cese el fuego bajo condiciones, aunque aseguró que no hay sobre la mesa ningún acuerdo viable.
Funcionarios estadounidenses de alto nivel viajaron el miércoles a Israel con el fin de avanzar en acuerdos para poner fin a las guerras en Líbano y Gaza, indicó el departamento de Estado.
El primer ministro de Líbano, Najib Mikati, indicó que el enviado especial de Estados Unidos Amos Hochstein le dijo que veía posible un cese el fuego antes de las elecciones presidenciales estadunidenses del 5 de noviembre y se dijo “cautamente optimista” sobre la posibilidad de que eso ocurra “en las próximas horas o en días”.
Israel exige la retirada de Hezbolá del sur de Líbano, el despliegue del ejército libanés a lo largo de la frontera israelí y un mecanismo internacional para hacer cumplir la tregua, según medios de comunicación.
Hezbolá prometió combatir hasta el final contra la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza, junto a su aliado Hamás.
Evacuaciones masivas
Israel multiplica los bombardeos contra posiciones de Hezbolá en Líbano desde el 23 de septiembre, paralelamente a una ofensiva terrestre lanzada el 30 de septiembre en el sur del país.
Israel afirma que quiere neutralizar a Hezbolá en esta región fronteriza para permitir el regreso al norte del país de 60 mil habitantes desplazados por los disparos de cohetes del grupo islamista desde más de un año.
En el este de Líbano, los habitantes de la ciudad milenaria de Baalbek huyeron en masa después de que el ejército israelí avisara que iban a “actuar con fuerza” contra los intereses de Hezbolá en la ciudad y sus alrededores.
Un aviso similar recibieron los habitantes de Nabatieh.
Según la agencia de noticias libanesa Ani, una decena de localidades fueron bombardeadas en el sur y los combates se recrudecieron en el sector de Khiam, a unos seis kilómetros de la frontera.
Hezbolá anunció que lanzó drones y cohetes contra tres bases militares en el norte de Israel, asegurando haber burlado el sistema de defensa antiaérea, y contra otra cerca de Tel Aviv.
Al menos mil 754 personas han muerto en Líbano desde el 23 de septiembre en los ataques aéreos o terrestres israelíes.