Esta semana, Brasil formó un equipo de trabajo con representantes de Estados Unidos para asegurar un trato humanitario a los deportados.
Este viernes, un segundo avión con brasileños deportados desde Estados Unidos arribó a Brasil, luego de que el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva criticara a las autoridades estadounidenses por el “trato humillante” a otro grupo de deportados a finales de enero.
El vuelo civil estadounidense, procedente de Luisiana, aterrizó en Fortaleza (noreste de Brasil) alrededor de las 16:15 hora local.
Las autoridades brasileñas confirmaron en un comunicado oficial por la noche que a bordo viajaban 111 brasileños. Se estima que todos ellos habían agotado las opciones legales para quedarse en Estados Unidos.
Por la noche, una aeronave de la Fuerza Aérea de Brasil trasladó a 97 de los 111 deportados desde Fortaleza hasta Belo Horizonte, donde aterrizaron cerca de las 22:00 hora local. Los otros 16 pasajeros decidieron quedarse en la primera ciudad, según indicó una fuente gubernamental.
Belo Horizonte es un destino habitual para los vuelos de deportación desde Estados Unidos, pero la escala en Fortaleza se organizó para reducir el tiempo de viaje hacia Brasil y, por lo tanto, el período en que los pasajeros debían permanecer esposados.
Este vuelo es el segundo con brasileños deportados desde que Donald Trump implementó una política agresiva de expulsión de inmigrantes indocumentados al asumir la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero.
El gobierno brasileño había señalado que este vuelo sería “objeto de evaluación para organizar vuelos futuros”.
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Brasil formó esta semana un “grupo de trabajo” con representantes de Estados Unidos para “garantizar la recepción humanizada” de los deportados, informaron las autoridades.
La medida fue tomada después de que el gobierno brasileño convocara al encargado de negocios de Estados Unidos en Brasília para exigirle explicaciones sobre el “trato denigrante” a un primer grupo de deportados el 26 de enero. Estos deportados fueron esposados durante el viaje y llegaron a Brasil con los grilletes aún puestos.
De acuerdo con testimonios de los pasajeros de ese vuelo, también fueron privados de condiciones mínimas de comodidad, como aire acondicionado, agua y acceso a los baños.
Una fuente del gobierno de Brasil explicó días antes que esta serie de deportaciones no está “directamente relacionada” con la operación contra inmigrantes iniciada por Trump.
Los vuelos se enmarcan “en otro contexto: un acuerdo bilateral entre Brasil y Estados Unidos, firmado en 2017, que sigue vigente”, afirmó la fuente.
De acuerdo con datos de la Policía Federal, entre 2020 y 2024, llegaron a Brasil desde Estados Unidos un total de 94 vuelos con más de 7,500 deportados.