El ataque ocurrió en una zona del planeta donde transita la mayor parte del tráfico petrolero a nivel mundial. Tras el incidente, ambas tripulaciones fueron trasladadas al puerto de Jask en Iran
Un nuevo incidente naval ocurrió la mañana de este jueves cuando al menos dos petroleros terminaron en llamas tras ser atacados en el Golfo de Oman, uno de ellos sufrió explosiones a bordo mientras que la otra embarcación sufrió graves daños en el casco.
Se trata de los barcos “Front Altair” y Kokuba Courageous” , los cuales fueron atacados mientras navegaban frente a las costas de Irán, zona del planeta donde transita la mayor parte del tráfico petrolero a nivel mundial.
El primer barco que sufrió el ataque fue el Front Altair, atacado alrededor de las 08:50 horas en un punto situado a 25 millas náuticas de Bandar-e Jask, una localidad portuaria al sur de Irán.
El Front Altair, había cargado nafta en un puerto en el Golfo y navegaba hacia Qatar, fue el primer barco “atacado. Según los medios estatales iraníes, el primer incidente ocurrió a las 08:50 (1.20 de Argentina) en un punto situado a 25 millas náuticas de Bandar-e Jask, una localidad portuaria del sur de Irán.
Fuentes oficiales afirman que tras incendiarse el barco, 23 de los tripulantes saltaron al agua y fueron rescatados por un barco cercano para ser entregados a una unidad de rescate de Irán.
Una hora después, a las 9:50 horas ocurrió el segundo incidente a 28 millas náuticas del puerto, el Kokuka Courageos viajaba desde Arabia Saudita con destino a Singapur con un cargamento de metanol.
La compañía de Singapur BSM Ship Management, propietaria del “Kokuka Courageous”, indicó que activó una repuesta de emergencia total tras el incidente de seguridad, por lo que de esta embarcación se rescataron a 21 tripulantes, uno de ellos resultó herido.
La Quinta Flota de la Marina de Estados Unidos dijo este jueves que había enviado fuerzas a la zona para asistir a dos barcos afectados y posteriormente todos los tripulantes fueron trasladados al puerto de Jask en Irán.
Dicho percance se produjo después de que otros cuatro petroleros resultaran saboteados en mayo frente a las costas de los Emiratos Árabes Unidos, en un ataque que Estados Unidos adjudicó a Irán.
El incidente se produjo en un momento especialmente sensible, durante la visita del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en una crucial misión diplomática. Abe advirtió el miércoles tras reunirse con el presidente de Irán, Hassan Rohani, que debe evitarse cualquier “conflicto accidental” que pueda derivar de las tensiones entre Washington y Teherán.
Dichas tensiones han escalado en Oriente Medio, y tal parece que Irán pretende romper el acuerdo nuclear de 2015 que firmó con potencias internacionales, un acuerdo del que el gobierno estadounidense se retiró el año pasado.
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