Las nuevas tecnologías han permitido que las extorsiones en México evolucionen.
Al igual que en México, en los países del norte de Centroamérica emergen nuevos métodos del delito de extorsión.
El ya conocido “derecho de piso”, donde los criminales obligan a los negocios o los individuos a pagar cuotas de extorsión, se ha convertido en un negocio lucrativo para estos delincuentes, ejerciendo violencia psicológica, patrimonial e incluso física y hasta letal.
El delito de extorsión permea en el sector privado en por lo menos 21 Estados del país. De acuerdo a las cifras presentadas por la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE), en México durante el año 2021, se registraron 829 000 casos de extorsión, habiendo una disminución de los casos ocurridos en el año 2019.
Hoy en día las nuevas modalidades de extorsión son con el uso de la tecnología. A través de plataformas de mensajería, redes sociales y aplicaciones para teléfonos móviles, los delincuentes obtienen datos de los usuarios como fotografías, lugares que frecuenta e información personal, entrando en contacto con la víctima para solicitarle algún tipo de pago.
También se encuentran las aplicaciones fraudulentas de prestamos, aprovechándose de los problemas económicos de los usuarios.
En el 2021, la Unidad de Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, identificó al menos 80 apps maliciosas relacionadas con este tipo de préstamos personales que no se encontraban debidamente reguladas por la Comisión Nacional para la Protección y la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF).
Con información de Global Initiative.
