La pelea entre dos hermanos por el control de un videojuego terminó en tragedia cuando el menor, de 9 años mató a la mayor de 13, de un tiro en la cabeza
Medios locales en el condado de Monroe, Mississippi, informaron sobre el trágico suceso ocurrido este fin de semana en el hogar de la familia, cuya identidad no ha sido revelada, cuando una menor se negó a darle el mando de la consola de un videojuego a su hermano.
Cecil Cantrell, alguacil del condado indicó que la adolescente no quería entregarle el control del juego al niño que enfurecido, se apoderó de un arma y le disparó a su hermana en la parte trasera de la cabeza, siendo trasladada en estado crítico al hospital infantil de Le Bonheur, en Memphis, Tennessee, pues la bala había traspasado su cerebro, pero finalmente murió.
Las autoridades informaron que aún se desconoce cómo es que el niño tuvo acceso al arma o cómo es que sabía usarla, pero ya se puso en marcha una investigación para determinar en qué medida el niño fue consciente del peligro. “Solo sé que esto es una tragedia. Imagino que el niño vio cómo se disparaban las armas en algún videojuego sin saber las consecuencias”, dijo Cantrell.
Además, la identidad de la familia no será revelada ni se informará por el momento de los posibles cargos que pueda enfrentar el niño, ya que “Todo esto es territorio nuevo para nosotros, nunca hemos lidiado con un niño de 9 disparándole a otro niño”, aseguró el alguacil.
Tales accidentes no son raros en Estados Unidos, donde el debate sobre el control de armas en manos de la población continúa, especialmente por repetidos y trágicos tiroteos en centros de estudio.
Según un informe del 2017 en la revista médica Pediatrics, las lesiones relacionadas con armas de fuego son la tercera causa de muerte entre niños de entre 1 y 17 años en Estados Unidos. Es más, entre el 2012 y el 2014, una media de casi 1,300 niños estadounidenses murieron cada doce meses por heridas relacionadas con armas de fuego.
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