La menor violada por su abuelastro fue acogida en una Iglesia. De ahí fue trasladada a un hospital y sometida a una cirugía
Los abogados de la madre de la menor de 11 años que fue violada por su abuelastro y resultó embarazada en Bolivia, denunciaron que la menor había sido sometida a un parto prematuro, según informaron este sábado medios locales.
La menor se encontraba desde hacía varios días en una casa de acogida de la Iglesia católica.
Desde ahí la trasladaron a un hospital en la ciudad de Santa Cruz, donde, según la denuncia, fue sometida a una cirugía.
“Qué necesidad tenían las autoridades del Estado de apurar el parto. Ellos serán responsables si pasa algo peor con esa criatura”, afirmó el abogado Néstor Higa, según citaron medios locales.
Según la defensa, la Defensoría del Pueblo coordinó el traslado de la niña al hospital. Asimismo, denunciaron que separaron a la madre de la niña, lo que calificaron como una “persecución feroz” por parte de las autoridades.
La Defensoría del Pueblo ya había interpuesto una denuncia en contra de la iglesia, los funcionarios del hospital y las defensorías municipales de niñez y adolescencia de Yapacaní y Santa Cruz.
Posteriormente, el Tribunal Departamental de Justicia de La Paz le concedió a esta institución la tutela sobre la niña para su valoración médica.
El Ministerio de Salud conformó un equipo de diez especialistas para llevar a cabo una valoración “estrictamente técnica” de la salud de la niña.
Por el momento las autoridades no se han pronunciado sobre el estado de salud de la menor ni sobre el procedimiento que se le realizó.
¿Cómo y cuándo se dieron los hechos?
El caso de la niña de 11 años se conoció hace un par de semanas y causó conmoción y un nuevo debate en Bolivia entre quienes defendían el derecho de la menor a interrumpir la gestación y quienes rechazaban esta posibilidad.
En un principio, se supo que la madre de la niña había accedido a que a la menor se realizara un aborto.
Sin embargo, la mujer desistió de que se le interrumpa el embarazo a la menor luego de que la contactara una organización perteneciente a la Iglesia católica
La niña vivía en el municipio de Yapacaní, en la región oriental de Santa Cruz. Su abuelastro de 61 años la cuidaba mientras sus padres trabajaban.
Esta semana, la propia madre de la niña denunció que no se le permitía visitar a su hija en la casa de acogida de la Iglesia católica en la que se encontraba.
Este polémico caso llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que instó a Bolivia a proteger a las niñas de embarazos forzados, misma instancia a la que había acudido la madre de la menor para pedir medidas cautelares y que se evitara la interrupción de la gestación de su hija de 11 años.
Por su parte, ONU Bolivia señaló que someter a una niña a un embarazo forzado está “calificado como tortura” e instó a las autoridades a intensificar los esfuerzos para la protección de los derechos de las niñas víctimas de violencia sexual.
En Bolivia el aborto se considera un delito. No obstante, según las leyes, esto no aplica en casos de agresión sexual, malformación congénita o si la vida de la madre está en peligro.
Según datos de la Casa de la Mujer, en 2020 se registraron 39 mil 999 embarazos de menores de 18 años, lo que supone que 104 niñas se embarazan por día en Bolivia, de las cuales 6 son menores de 13 años.
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