¡Hay historias tan increíbles que realmente merecen ser compartidas! Es el caso de la conmovedora relación entre una nieta y su abuelo, que dio lugar a una invención maravillosa: una taza especial diseñada para personas con Parkinson.
La historia captó la atención de los medios en 2014 y ¡sigue resonando en internet! En ese momento, Lily Born, con solo 11 años, inspirada por su abuelo con Parkinson, diseñó una taza para ayudarlo. Sin saberlo, su invento se convertiría en un gran éxito, generando millones de dólares.
A los 9 años, al notar que su abuelo tenía dificultades para sostener una taza convencional y derramaba líquidos debido a los temblores causados por su enfermedad, Lily Born comenzó a desarrollar la idea de una taza que ofreciera mayor estabilidad.
Así fue como, siendo aún pequeña, Lily diseñó la primera versión de la Kangaroo Cup, que contaba con tres patas para evitar derrames. Impresionado por el invento, el padre de Lily decidió comercializarla y lanzó una campaña de crowdfunding para introducir la taza en el mercado.
Con el éxito de las primeras versiones de la taza, padre e hija mejoraron aún más el producto, que pasó de ser fabricado en plástico a cerámica. Sin embargo, al descubrir que este material también tenía limitaciones, lanzaron un nuevo modelo con un tipo diferente de plástico, asas más resistentes y patas más duraderas.
De esta manera, la Kangaroo Cup se convirtió en un producto esencial para quienes, como el abuelo de Lily, requieren un poco de ayuda adicional para llevar una vida más cómoda, como las personas con Parkinson.
Hoy, con 21 años, Lily continúa en el mercado como directora y jefa de inventos de Imagiroo, la empresa que fundó para la producción de tazas.
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Según Lily, se han vendido más de 1.000 tazas de cerámica y 10.000 de plástico a través de las plataformas de crowdfunding Indiegogo y Kickstarter.
Las tazas continúan comercializándose en el sitio oficial de Imagiroo, la empresa fundada por Lily, y han tenido gran éxito. Ofrecen varios modelos con diseños innovadores que previenen el derrame de líquidos.
La Kangaroo Cup funciona con tres patas integradas en su base. Estas patas brindan una base más amplia y estable, reduciendo la posibilidad de que la taza se vuelque fácilmente. Incluso si el usuario sufre temblores en las manos, la taza permanece firme sobre la superficie.
Además, el diseño de la taza mantiene el centro de gravedad bajo, lo que incrementa su estabilidad y reduce la probabilidad de que se vuelque o derrame el líquido.
También cuenta con asas grandes y ergonómicas que proporcionan un agarre más firme y seguro, facilitando el manejo de la taza incluso para personas con control motor limitado.
Estas características combinadas hacen de la Kangaroo Cup una solución práctica y eficaz para personas con Parkinson, permitiéndoles beber de manera más independiente y con menos preocupación por los derrames.