El hombre de 22 años quiso aparentar un robo, después confesó a otro familiar el asesinato de la niña, a la que quemó y enterró en su propiedad
Una niña de ocho años encontró la muerte en un paseo familiar, su propio primo la mató a golpes y después quemó su cuerpo, queriendo ocultar el crimen diciendo que había sido un robo lo que le causó la muerte.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo, en la localidad de Lobos, provincia de Buenos Aires, en Argentina.
El hombre de 22 años, Sergio Oliveira, primo y asesino confeso de la niña, Guadalupe Ezeiza, le pidió permiso a la madre de ésta para llevarla a pasear junto con su hija pequeña, una vez que cayó la noche, la mamá llamó al sujeto, pero no respondió.
Debido a la preocupación la madre de Guadalupe fue a la comisaría para denunciar que su hija no regresaba, y que no tenía respuesta de Oliveira.
La Policía comenzó a investigar y llegó a una comunidad vecina, Roque Pérez, allí logró hablar con un familiar a quien el joven acusado le había confesado el crimen, diciéndole que había cometido un error y que por la niña “no pudo hacer nada”.
Al principio Oliveira dijo que la niña había sido atacada en un robo, tras contradicciones y presiones terminó confesando el crimen.
El cuerpo de la víctima presentaba signos de violencia, quemaduras en algunas partes y estaba semienterrado. Se le realizará una autopsia para determinar la causa de muerte y comprobar si hubo abuso sexual previo al asesinato.
El asesino confeso está bajo custodia de las autoridades y sujeto a investigación.
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DMS