
El primer ministro israelí expresó sus condolencias por la muerte del Papa Francisco cuatro días después del deceso, en medio de tensiones diplomáticas con el Vaticano
La reacción oficial del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ante la muerte del Papa Francisco se produjo hasta el jueves por la noche, cuatro días después del fallecimiento del líder de la Iglesia católica, quien murió el lunes a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano.
A través de un mensaje difundido en su cuenta de X (antes Twitter) y publicado únicamente en inglés, Netanyahu expresó: “El Estado de Israel expresa su más sentido pésame a la Iglesia católica y a la comunidad católica de todo el mundo por el fallecimiento del papa Francisco. Que descanse en paz”.
El mensaje constituye la primera manifestación pública del jefe del Ejecutivo israelí tras el deceso del pontífice argentino, y llega luego de que diversos líderes mundiales, entre ellos el presidente de Israel, Isaac Herzog, emitieran pronunciamientos oficiales al respecto. Herzog, quien desempeña un papel principalmente ceremonial dentro del sistema político israelí, destacó al Papa como “un hombre de profunda fe y de compasión sin fin”.
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La ausencia de una respuesta inmediata por parte de Netanyahu o de miembros destacados de su gabinete no pasó desapercibida, especialmente en el contexto de las relaciones tensas que se venían desarrollando entre el Vaticano e Israel desde finales de 2023.
Un vínculo marcado por desacuerdos recientes
Las relaciones entre el Vaticano y el gobierno israelí se deterioraron significativamente a raíz del conflicto en Gaza, desatado tras el ataque perpetrado por el grupo Hamás el 7 de octubre de 2023. Aunque el Papa Francisco condenó ese ataque contra civiles israelíes, sus críticas posteriores a la respuesta militar israelí generaron fricciones diplomáticas.
A lo largo de los meses siguientes, el Pontífice no escatimó palabras al referirse a las consecuencias humanitarias del conflicto. De hecho, incluso en sus últimos mensajes públicos, Francisco reiteró su preocupación por la situación en Gaza. Durante su alocución del Domingo de Resurrección, subrayó la “situación humanitaria dramática” que padecen los habitantes del enclave palestino.
Estas declaraciones fueron recibidas con molestia por parte de autoridades israelíes, que han acusado al Vaticano de adoptar una postura parcial ante el conflicto, inclinada hacia la causa palestina. Esta percepción, reforzada por la insistencia del Papa en condenar la ofensiva militar israelí, habría contribuido al retraso en el pronunciamiento de Netanyahu, según analistas.
Presencia israelí limitada en el funeral
La Cancillería israelí confirmó que su representación oficial en el funeral del Papa Francisco, que se llevará a cabo este sábado en la Plaza de San Pedro, estará encabezada por el embajador de Israel ante la Santa Sede, Yaron Sideman. Esta delegación diplomática contrasta con la presencia de jefes de Estado y representantes de alto nivel de diversos países, reflejo de la influencia global que Francisco ejerció durante su pontificado.
El gesto tardío de Netanyahu podría ser interpretado como un intento de no agravar aún más la tensión bilateral, pero también refleja las complejidades políticas actuales en Medio Oriente, donde las posturas religiosas y diplomáticas a menudo se entrelazan con profundas diferencias geopolíticas.
En cualquier caso, el silencio prolongado del primer ministro israelí en un momento de luto mundial no pasó desapercibido en la comunidad internacional, especialmente entre los observadores que monitorean las delicadas relaciones entre Israel y el Vaticano.