La economía israelí ha sufrido un duro golpe desde que dio inicio la invasión a Gaza y a otros frentes, a pesar del rechazo de parte de la población.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, participó en una sesión crucial del Parlamento israelí relacionada el presupuesto nacional, menos de 48 horas después de ser operado de la próstata.
Como su coalición está debilitada, Benjamin Netanyahu quiso salir del hospital para ir en persona a la Knéset, donde apareció con buen semblante.
“Pese a las dificultades, hicimos pasar una ley presupuestaria importante para la seguridad y la economía de Israel”, declaró en un comunicado después de que el presupuesto fuese adoptado por corta mayoría.
“No hay nada más irresponsable en el contexto actual que debilitar la coalición y arriesgarse a la caída de un gobierno de derecha”, agregó el primer ministro, refiriéndose a uno de sus aliados, que rechazó votar con la coalición.
El dirigente, de 75 años, fue operado con éxito de la próstata el domingo por la noche.
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Su país está en guerra contra el movimiento islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza, pero también mantiene una asedio sobre Líbano e Irán.
Benjamin Netanyahu había sido operado de una hernia en marzo, después de que, en julio de 2023, le hubieran colocado un marcapasos.
Rebelión
En una votación inicial a principios de este mes, los legisladores israelíes aprobaron por un estrecho margen el proyecto de presupuesto a pesar de la rebelión de los socios de coalición que exigían que se despidiera al fiscal general de Israel.
Ben Gvir ha exigido más fondos para la policía israelí que supervisa su oficina, y los partidos ultraortodoxos han expresado oposición a la legislación que obligaría a algunos miembros de sus comunidades a alistarse en el Ejército.
El presupuesto pasa ahora a comisiones de la Knesset, donde podría sufrir modificaciones, aunque no se espera que se apruebe en su totalidad hasta enero. De no aprobarse antes del 31 de marzo, se convocarían nuevas elecciones.
La economía de Israel ha sufrido un duro golpe desde que inició la invasión a Gaza y en otros frentes.
El crecimiento ha sido nulo, pero los problemas de suministro han disparado la inflación y el costo de vida para los israelíes ha aumentado.