El primer ministro israelí dijo que su país no cedería a los “dictados internacionales” respecto a un acuerdo de creación de un Estado con los palestinos
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, declaró que los negociadores enviados a El Cairo para mantener conversaciones sobre la tregua, tal y como había solicitado el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no volvieron para proseguir las conversaciones porque las exigencias de Hamás eran “delirantes“.
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Netanyahu también dijo que Israel no cedería a los “dictados internacionales” respecto a un acuerdo de creación de un Estado con los palestinos, que según él sólo podría alcanzarse mediante negociaciones directas sin condiciones previas.
Las conversaciones mediadas por Egipto y Qatar para intentar alcanzar un alto el fuego en Gaza y conseguir la liberación de más de 100 rehenes israelíes retenidos en el territorio gobernado por Hamás aún no han dado resultados. El martes finalizó en El Cairo una ronda de conversaciones no concluyentes.
El sábado, en una rueda de prensa, Netanyahu fue preguntado por qué los negociadores israelíes no habían regresado para proseguir las conversaciones:
“No conseguimos nada, salvo las delirantes exigencias de Hamás”.
Esas exigencias, dijo, incluían poner fin a la guerra y dejar a Hamás como está, liberar a “miles de asesinos” de las cárceles israelíes, e incluso exigencias relativas a un lugar sagrado conflictivo en Jerusalén conocido como el Monte del Templo en el judaísmo y el Noble Santuario en el islam.
Dijo que los representantes israelíes en El Cairo “se sentaron y escucharon y no hubo ningún cambio. Quería decir ni un milímetro, pero no hubo ni un nanómetro de cambio”.
Netanyahu dijo que no había razón para que volvieran “hasta que veamos un cambio”.
La guerra comenzó cuando Hamás, respaldada por Irán, envió combatientes a Israel el 7 de octubre, matando a mil 200 personas, en su mayoría civiles, y secuestrando a 253 rehenes, según los recuentos israelíes.
Desde entonces, la ofensiva aérea y terrestre de Israel ha devastado gran parte de Gaza, matando a 28 mil 775 personas, también civiles en su mayoría según las autoridades sanitarias palestinas, y obligando a casi todos sus más de 2 millones de habitantes a abandonar sus hogares.
Respecto al posible “reconocimiento unilateral” de un Estado palestino, Netanyahu dijo que no podía haber “mayor premio para el terrorismo”.