Mientras atendía enfermos de la primera Guerra Mundial, Agatha comenzó a idear sus historias policíacas en medio del conflicto.
Agatha Mary Clarissa Miller fue escritora y dramaturga especializada en el género policial, con un acervo de 66 novelas policiales, seis novelas rosas y 14 historias cortas, las cuales publicó con sus dos pseudónimos; Mary Westmacott y Agatha Christie.
Nacida en la cuna de una familia de clase media alta fue hija de Fred Miller, un importante corredor de bolsa estadounidense, y de Clarissa Boehmer, una mujer de origen británico.
La vida de Agatha cambió cuando su padre falleció en 1902. Con tan sólo once años, la pequeña futura dramaturga se trasladó a París para estudiar piano y canto, con la intención de convertirse en una cantante profesional. Sin embargo, este último sueño no se cumplió, por lo que volvió a Inglaterra.
En 1914 la futura escritora se casaría con el piloto de aviación Archibald Christie, con quién tuvo una hija llamada Rosalind, nacida en 1919. El matrimonio terminaría en 1926 cuando el piloto engañó a Agatha con una secretaría, en consecuencia tuvo que solventar diversas terapias psicológicas a raíz de esto.
A la par de su matrimonio y futuro divorcio su trayectoria literaria comenzó a emerger cuando colaboró con la Cruz Roja en la Primera Guerra Mundial. Entre la asistencia de los heridos y el olor a pólvora del combate, Agatha ideó su primer libro: El Misterioso Caso de Styles, el cual fue publicado en 1920.
Su carrera poco a poco se levantó gracias a la inventiva de la escritora y sobre todo a sus grandes relatos policíacos llenos de persecución, pero también con una moraleja para los lectores.
Dentro de sus grandes éxitos se encuentran textos como Asesinato en la Mesopotamia (1930), Muerte en el Nilo (1936), Cita con la muerte (1938) y Diez Negritos (1939). Cabe destacar que su obra no sólo se basó en los libros, muchas de estas historias fueron llevadas al teatro por ella misma, haciéndola una gran dramaturga.
La carrera de Agatha comprende poco más de 50 años y dejó un gran legado con innumerables personajes de sus novelas, como lo son la Señorita Marple o el famoso detective belga Hércules Poirot.
Agatha también poseía una fascinación increíble por la arqueología, cosa que la llevó a conocer a su segundo esposo, Max Mallowan, un distinguido arqueólogo.
Fue declarada como Dama del Imperio Británico en 1971, sin embargo, cinco años después falleció un 12 de enero de 1976 a la edad de 85 años, fue enterrada en la Iglesia de Santa María de Cholsey.
El legado que dejó esta gran escritora aún permea en la sociedad, gran muestra de ello son los distintos reconocimientos que recibió tras su muerte, colocándola como la novelista más vendida de todos los tiempos de acuerdo al Libro Guinness de los Records, o también siendo reconocida por el Index Translationum, como la autora individual más traducida, con un total de 103 idiomas en los que sus libros fueron traducidos.
Contenido relacionado:
Un día como hoy, muere Dante Alighieri, padre della lingua italiana
VIGA