Crítico, filósofo y académico, George Steiner murió a los 90 años de edad
La noticia fue confirmada por su hijo, David Milton Steiner, a The New York Times, en cuyo suplemento colaboraba e informó que el deceso sucedió en su casa en Cambridge, Inglaterra.
Su trabajo como crítico literario fue conocido y celebrado en todo el mundo. Recientemente, la editorial Grano de Sal publicó la traducción de Necesidad de música, un volumen con 28 textos demoledores sobre la cultura musical de nuestro tiempo.
En entrevista, el editor Tomás Granados, director de la editorial Grano de Sal, aseguró que, con la muerte de Steiner, “perdemos al último de una tribu”.
Aseguró que no sólo “padeció marginalmente los horrores del nazismo, sino que habló sin dificultad media docena de lenguas, recorrió una excepcional ruta académica por las instituciones de mayor prestigio del mundo occidental, como estudiante y profesor, y se ganó un lugar en la prensa colaborando para publicaciones tan diversas como The Economist y The New Yorker”.
Asimismo, destacó que fundió la historia de la literatura con la del pensamiento, ya que “abordó géneros tan dispares como el ensayo erudito y la poesía, la crónica y la biografía, el cuento y la reseña”.
Mientras tanto, el mundo cultural cerró filas en torno a las aportaciones del pensador y crítico clave para comprender el pensamiento del siglo XX. Fue el caso del escritor y editor Rafael Pérez Gay, quien lo definió como un “gran crítico de los siglos XX y XXI” y autor imprescindible de libros como La muerte de la tragedia, Lenguaje y silencio, Después de Babel (traducido por Adolfo Castañón), y lo refirió como “un crítico (que) siempre enseña a leer”.
Por su parte, el escritor Julián Herbert (Acapulco, 1971), recordó que lo primero que pudo leer de este autor “fue un ensayo sobre las Cartas del Vidente del poeta (Arthur) Rimbaud, creo que en 1990. Lo último, su colección Necesidad de música, un hermoso viaje de tres décadas por territorios lúcidos. Gracias, maestro. Feliz viaje”.
Y añadió: “Steiner decía que la letra “k” le pertenecía a Kafka de una manera en la que, por ejemplo, la letra “s” nunca podría pertenecerle a Shakespeare”.
También escribió el ensayista Armando González Torres: “Adiós a George Steiner, se apaga una de las últimas inteligencias totales de nuestro tiempo”.
Y destacó su lectura de Lecciones de los maestros, esa evocación a la vez panorámica e íntima de los procesos de trasmisión de saberes.
Por último, el poeta José Homero, lo recordó como “el último de una estirpe de pensadores literarios cuya erudición no reñía con la sensibilidad ni con el conocimiento de otras artes”. Mientras que el editor y ensayista Héctor Orestes Aguilar, que lo perfiló como “un autor que siempre, aun en sus obras menores, aporta hallazgos deslumbrantes”.
George Steiner fue uno de los críticos literarios y pensadores indispensables de la cultura contemporánea, autor de libros como Tolstói y Dostoievski, Lenguaje y silencio: ensayos sobre la literatura, el lenguaje y lo inhumano, Extraterritorial: ensayos sobre la literatura y la revolución lingüística, Después de Babel. Aspectos del lenguaje y la traducción y Sobre la dificultad y otros ensayos, entre muchos más.
Fue docente de la Universidad de Cambridge y durante 20 años fungió como profesor de Literatura comparada en la Universidad de Ginebra, en la cual fue reconocido con el título de profesor emérito.
Además de académico, cuenta con una gran obra de narrativa en la cual destacan libros: El año del señor (1964), El traslado de A. H. a San Cristóbal (1981), Prueba y tres parábolas (1992), y Las profundidades del mar y otra ficción (1996).
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