Mientras Donald y Melania Trump tomaban el té en el castillo de Windsor con la reina, decenas de miles de británicos recorrían las calles de las principales ciudades del país para mostrar su rechazo a la visita
Decenas de miles de personas se congregaron hoy en el centro de Londres para protestar por la visita del presidente de Estados Unidos Donald Trump a Reino Unido, por lo que la Policía Metropolitana cerró una gran zona de Londres al tráfico y se estableció una enorme operación de seguridad por temor a que terroristas pudieran aprovechar la oportunidad para atacar.
También habría manifestaciones contra Trump en otros pueblos y ciudades, pero el punto central será Londres.
Zoe Gardner, una de los miembros organizadores de la Coalición Detengamos a Trump (Stop Trump Coalition), dijo que habrá manifestaciones en 50 ciudades del país. “Nuestro mensaje sería, en una sola frase, ‘Vete a casa, Trump. Ni tú ni tu tipo de política son bienvenidos aquí'”, dijo.
Mientras los manifestantes seguían congregándose en Londres, Trump se encontraba a 66 kilómetros de distancia en Buckinghamshire, en la casa de descanso de la primera ministra Theresa May. Muchos manifestantes llevaban carteles con mensajes como “Trump no es bienvenido”.
Jeremy Corbyn, líder del principal opositor, el Partido Laborista, criticó hoy a May por recompensar a Trump con una bienvenida de alfombra roja a Reino Unido.
“Theresa May invitó al presidente Trump a nuestro país en un momento en el que sus peligrosas e inhumanas políticas están poniendo en riesgo la vida y el bienestar de millones de personas”, dijo.
Posteriormente, el presidente estadounidense Donald Trump y su esposa Melania fueron recibidos este viernes por la tarde por Isabel II a su llegada al castillo de Windsor para tomar el té. La monarca les recibió en el patio interior de la residencia real, ubicada en el condado de Berkshire. La reina, sonriente, estrechó las manos y charló brevemente con Trump y su mujer a las puertas del castillo.
La embajada de Estados Unidos en Londres exhortó a los ciudadanos estadounidenses en la capital británica a ser cautelosos y advirtió que las protestas podrían desembocar en violencia. En una “alerta por manifestaciones”, la embajada pidió a los estadounidenses estar atentos a su entorno, ser cautelosos ante grandes multitudes y mantener un perfil bajo.
Lejos de las protestas y de las conversaciones en Chequers, la primera dama Melania Trump visitó el Royal Hospital en Chelsea en donde debía reunirse con un grupo de pensionados y de niños. La primera dama fue escoltada por el esposo de la primera ministra, Philip May.
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