Un multimillonario dice estar listo para sumergirse en las profundidades del Atlántico y demostrar que la exploración submarina es emocionante y segura
El hundimiento del Titanic sigue siendo recordado como uno de los peores desastres marítimos de la historia; a través del tiempo, ha sido objeto de numerosas investigaciones, libros, películas y documentales.
Una muestra son las expediciones que se han realizado al fondo del océano Atlántico para explorar los restos del majestoso barco que yace en las profundidades, la más recordada, la ocurrida a bordo del sumergible OceanGate.
El submarino se aventuró a profundidades extremas, sumergiéndose a más de 3 mil metros bajo la superficie del océano. Sin embargo, la tragedia golpeó de manera inesperada cuando sufrió una implosión catastrófica, llevando consigo a cinco exploradores.
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Este trágico desenlace no solo puso fin a la expedición, sino que también recordó la peligrosidad y los desafíos extremos involucrados en la exploración submarina.
Sin embargo, tal parece que este funesto destino no fue suficiente para reconocer que el océano es un lugar hostil para la humanidad, pues recientemente un millonario de Ohio, anunció que continuará realizando expediciones al trasatlántico hundido.
Larry Connor está decidido a mostrar al mundo que los sumergibles siguen siendo seguros y confiables, a pesar de los contratiempos del pasado, su plan es descender hasta el famoso sitio del naufragio del Titanic, nada menos que en un sumergible de dos personas valorado en 20 millones de dólares, aunque no estará solo en esta aventura, irá acompañado por el cofundador de Triton Submarines, Patrick Lahey.
Este millonario está listo para sumergirse en las profundidades del océano Atlántico y demostrar que la exploración submarina sigue siendo emocionante y segura. Con esta misión, espera inspirar confianza y renovar el interés en la maravilla y el misterio que yacen en las profundidades.
El magnate sostiene que el desastre del submarino Titan del año pasado sirvió como catalizador para que finalmente tomaran medidas y construyeran un sumergible mejorado con el objetivo final de demostrar que el viaje podría completarse de manera segura.
Fue en junio del año pasado, cuando el submarino Titán, de OceanGate, implosionó con el CEO de OceanGate, Stockton Rush, entre los que estaban a bordo y perecieron.
A pesar de las tragedias, estas misiones continúan alimentando nuestra curiosidad y deseo de desentrañar los misterios que yacen en las profundidades del océano.