En el Código Penal de la CDMX no se especifican los delitos de acoso sexual que traspasan a lo digital
Los casos de videos tomados en el transporte público ahora son cada vez más comunes, cientos de mujeres han reportado haber sido víctimas de este acto, ya sea en grabaciones sin su autorización o fotografiadas, por desgracia esto va en aumento, ahora el material es utilizado para su venta.
Los sujetos graban o fotografían a las mujeres de pies a cabeza sin que nadie intervenga en estos casos.
“Decidí quedarme dentro de la estación para llamar por teléfono. Según yo era más seguro hablar ahí porque hay policías y gente, pero de pronto me di cuenta que un tipo me estaba tomando fotos”, relata una joven de 25 años, quien usa con frecuencia la línea 7 del metro, la cual corre de la estación Barranca del muerto a El Rosario.
Sin intervención de la policía, cientos de mujeres quedan indefensas ante la situación de acoso que cada vez es más recurrente en la CDMX. De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional del Seguridad Pública (SESNSP) en un informe sobre llamadas de emergencia recibidas al 911, la Ciudad de México ocupa el primer lugar en denuncias por acoso y hostigamiento, en 2018 se recibieron en total 848 reportes mientras que a nivel nacional sumaron 6 mil 58.
La Procuraduría capitalina reportó que en 2018 se abrieron 411 carpetas de investigación por acoso a mujeres, lo que quiere decir que al menos ocurre una vez diariamente.
En la CDMX los conceptos arrimón, acoso, upskirt, metro y violable, son las etiquetas que contienen videos de este tipo en sitios pornográficos, que son los más visitados en el país.
La activista poblana Olimpia Coral, explica que los mercados de explotación digital no son solo sitios pornográficos o redes sociales, también son carpetas en la nube o sitios web de ‘packs’.
Este tipo de material se enfoca sobre todo en piernas, senos o glúteos de mujeres, sin embargo casos aún más graves muestran a tipos que de manera explicita frotan sus genitales sobre alguna usuaria del transporte o como las jóvenes estudiantes son acechadas.
Por desgracia comerciar, exhibir y acosar mujeres no es delito suficiente para que existan penas reales ante la ley.
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