Durante la cartografía anual de la población de renos salvajes, el Instituto Polar, registró 200 cadáveres de cérvidos que murieron de hambre
El Instituto Polar Noruego informó que más de 200 renos que habitaban en el Ártico, murieron de hambre en el archipiélago noruego de Svalbard.
Durante la cartografía anual de la población de renos salvajes, tres investigadores del Instituto Polar, registraron 200 cadáveres de cérvidos que murieron de hambre durante el invierno pasado.
Por su parte Ashild Onvik Pedersen, jefa del proyecto de censo, mencionó que esta elevada tasa de mortandad es una consecuencia del cambio climático, que afecta la región ártica dos veces más rápido que en el resto del mundo.
“El cambio climático hace que llueva mucho más. La lluvia cae en la nieve y forma una capa de hielo en la tundra, lo que hace que las condiciones de pasto para los animales sean muy malas”, explicó Ashild a la agencia informática AFP.
Adicionalmente señaló que los renos se alimentan de liquen o musgo que extraen en el invierno a través de la nieve gracias a sus pezuñas, por lo que la alternancia de helada y deshielo pueden formar una o varias capas de hielo impenetrable, lo que los deja sin alimento y que sería la causa de muerte de estos renos.
Por desgracia, los renos no son los únicos animales que sufren los efectos de la crisis climática: los osos polares también corren el riesgo de morir de hambre tras quedar aislados en bloques de hielo.
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