Lo llamaban así dado que pasaba la mayor parte de su tiempo escondiéndose o resguardándose en agujeros que él mismo cavaba en la tierra
El indígena conocido como “indígena Tanaru” o “indígena del hoyo”, que vivió aislado durante cerca de tres décadas en el estado brasileño de Rondonia, en la frontera con Bolivia, fue hallado muerto por la Fundación Nacional del Indígena (FUNAI) el martes pasado.
La agencia, que explicó que el hombre falleció por causas naturales, confirmó esta información durante el fin de semana.
El “indígena del hoyo” era el último sobreviviente de su comunidad, que pertenecía a una etnia desconocida.
Lo llamaban así dado que pasaba la mayor parte de su tiempo escondiéndose o resguardándose en agujeros que él mismo cavaba en la tierra.
Durante décadas, en las que su territorio fue atacado y en las que mataron a sus amigos y familiares, él se resistió a cualquier intento de contacto por parte de personas ajenas a su mundo, y puso trampas y atacó con flechas a quien fuera que se le aproximase.
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La institución informó que hallaron al hombre muerto en su hamaca durante una ronda de monitoreo y vigilancia, y que no habían encontrado “rastros de la presencia de personas en el sitio, ni se vieron marcas en el bosque a lo largo del camino”.
Además, señalaron, no había signos de violencia o peleas, ya que los utensilios que utilizaba normalmente estaban en su sitio habitual. Su cuerpo será sometido a una autopsia para confirmar las causas de su deceso.
Cuando lo encontraron, su cuerpo estaba en estado de descomposición, y como estaba adornado con plumas de colores brillantes las autoridades creen que se había preparado para su muerte.
El coordinador del Frente de Protección Etnoambiental Guaporé de la Fundación Nacional por el Indio (Funai), Altair José Algayer, fue quien halló muerto al ‘Indio del Hoyo’ el martes 23 de agosto.
Algayer vigilaba el territorio cuando encontró el cuerpo sin vida, según ha podido saber la agencia Amazonia Real. El comunicado oficial descarta indicios de violencia en la muerte del indígena.
“No había rastros de la presencia de personas en el sitio, ni se vieron marcas en el bosque a lo largo del camino. Tampoco había signos de violencia o lucha. Las pertenencias, utensilios y objetos de uso habitual de los indígenas permanecieron en sus respectivos lugares. Dentro de la cabaña había dos fogatas cerca de su hamaca”, reza la misiva
La Policía Federal ha realizado un examen del cuerpo del indígena con el apoyo de médicos forenses y peritos criminalistas, que buscan confirmar que la muerte se produjo debido a causas naturales.
La Funai monitorizaba y protegía al ‘Indio del Hoyo’, desde hace 26 años, cuando fue localizado en la tierra indígena de Tanaru, cerca de la frontera con Bolivia. La Tierra Indígena Tanaru, que tiene 8.070 hectáreas, está clasificada como de uso restringido desde 1998.
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CAB