La inseguridad en Morelos está desbocada, los “demonios andan sueltos” y el Gobernador salta de restaurante en restaurante
No es momento de enfrentamientos. Me queda más que claro que Morelos, está viviendo uno de los momentos más obscuros de su historia. Voy a dejar de lado el homicidio de dos personas al lado del Palacio de Gobierno, el ataque al personal del CEFERESO 16 Femenil con un saldo de 5 muertos, el homicidio de Samir Flores sin que exista un solo detenido, la balacera en el Bar Sophia, la matanza el 13 de abril en el restaurante Los Estanques en el que tres menores perdieron la vida, el niño muerto el 21 de abril en una riña y a todo esto se suma que el Gobernador fue exhibido jugando golf, imposible comprobar si fue durante la crisis, o el origen del video en donde su titiritero está bailando de forma por demás ridícula en un Yate de proporciones considerables.
El asunto es que la inseguridad en Morelos está desbocada, los “demonios andan sueltos” y el Gobernador salta de restaurante en restaurante en la CDMX.
Y aunque a la fecha no haya presentado las pruebas de que me pagan para pegarle y que aseguro, que debe de extrañar tener los resultados que su archi enemigo Alberto Capella está dando en Quintana Roo en Morelos, donde por primera vez en años, los delitos están disminuyendo, salvo el caso del Ayuntamiento de Solidaridad, que no ha querido entrar en un esquema de cooperación con el Estado.
Con todo lo descrito no voy a reparar en la figura de Blanco, hay que tratar de cohesionar esfuerzos para que uno de los estados más maravillosos de la República pueda recuperar la paz.
La buena noticia en Morelos es el Secretario de Gobierno, que tiene sobre la espalda la entera responsabilidad de dar la cara, pues Pablo Ojeda, es el único funcionario con credibilidad y capacidad en la entidad, pero me parece que su responsabilidad es muy pesada y grave.
En torno a una persona respetable se puede trabajar y estoy seguro que muchos ofreceremos ayuda salir pronto de esta crisis; hacer un llamado a los ciudadanos a denunciar de inmediato las situaciones que juzguen peligrosas o inusuales, aceptar la ayuda de la federación por que es evidente que ni el Fiscal, ni la buena voluntad del Ex Marino, José Antonio Ortiz Guarneros, Comisionado de Seguridad Pública es suficiente para darle paz a la entidad.
Son especialmente dolorosos los homicidios violentos en donde pierden la vida niños. En la medida que apagamos esas vidas a sangre y fuego, apagamos el futuro del país. No podemos tolerar que los sicarios hayan perdido el honor y la coherencia, se puede ser asesino pero no un hijo de la chingada mata niños.
Me niego, me rehúso y me duele todos los días abrir mis noticiarios dando a conocer historias de sangre que se traducen, tarde o temprano, en familias hechas pedazos en desolación y desesperanza.
No quiero este México sin futuro, sombrío, en donde los ciudadanos sólo tenemos miedo y nos quejamos. Y por si lo anterior fuera poco, nos la vivimos enfrentados.
Los dos Méxicos que decidimos crear, con responsabilidad compartida, entre el Presidente que no tiene junto a un César Yañez que le centraba y mesuraba en declaraciones inoportunas, y sus adversarios que se regodean en las fallas, que sin duda son muchas, pero que las utilizan no para corregirlo de forma constructiva, sino para anunciar la debacle.
A unos y otros les recuerdo que nos quedan 5 años y medio y de verdad el país no aguanta tanto jaloneo, México no se merece estos políticos diminutos que en lugar de construir andan solo en el chismorreo mediático, ya gobiérnense, de favor.
Otras notas de opinión de Francisco Zea: