El “Mini Lic” firmó su declaración de culpabilidad en la Corte del distrito sur de California, con sede en San Diego, informó en un comunicado el Departamento de Justicia de EEUU
Dámaso López Serrano, el “Mini Lic”, ahijado de Joaquín “El Chapo” Guzmán y uno de los posibles sucesores del capo en el cártel de Sinaloa, se declaró culpable de haber importado a Estados
Unidos miles de kilos de heroína, metanfetaminas y cocaína.
López Serrano, de 29 años, firmó su declaración de culpabilidad en la Corte del distrito sur de California, con sede en San Diego, informó en un comunicado el Departamento de Justicia de EEUU. Ahora solo le queda esperar una condena que será de al menos 10 años de cárcel y que se le impondrá el próximo 12 de julio.
En su primera comparecencia ante el juez de San Diego, a principios de agosto, el “Mini Lic” se había declarado no culpable de los delitos de importación y distribución de al menos 500 gramos de metanfetaminas, cinco kilogramos de cocaína y un kilo de heroína.
Sin embargo, hace unos días su abogado pidió al juez una audiencia para cambiar la declaración, tras llegar a un acuerdo de culpabilidad con la Fiscalía que no fue revelado y que, además de delitos imputados en California, también incluían delitos por narcotráfico junto con su padre en el estado de Virginia.
Ante la juez Dana Sabrow, encargada del caso, el “Mini Lic” reconoció haber organizado el “transporte y distribución de miles de kilogramos” de droga y de posesión de armas para “promover las actividades de narcotráfico del cartel de Sinaloa, tal y como reza un comunicado del Departamento de Justicia de los EU.
El capo se entregó el 27 de julio de 2017 a los agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos en Calexico, California y, según el Departamento de Justicia, es el “narcotraficante mexicano de mayor rango” que jamás se ha rendido ante las autoridades estadunidenses.
El “Mini Lic” es hijo de Dámaso López Nuñez, conocido como el “Licenciado”, considerado el brazo derecho de Joaquín Guzmán Loera; las autoridades de Estados Unidos creen que López-Serrano había tomado las riendas del cártel de Sinaloa cuando su padre fue detenido.
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