Autoridades y pobladores de la comunidad de Magdalena Ocotlán, Oaxaca, denunciaron la contaminación que originó la explotación de una minera.
El agua de un manantial ubicado en Magdalena Ocotlán, Oaxaca, presentó coloración rojiza debido a la descarga de minerales en pasado 14 de julio. La contaminación —con daños irreversibles— sucedió luego de que explotara la minera Fortuna Silver Mines (FSM)-Cuzcatlán.
Pedro Máximo Aquino, presidente municipal de Magdalena Ocotlán, acompañado por miembros del Frente No a la Minería por un Futuro de Todas y Todos aseguró que el impacto ambiental pone “en riesgo el agua y la vida de comunidades aledañas, de vocación campesina”.
Por lo anterior, se presentó una denuncia popular ante la Procuraduría Federal del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Profepa) con el fin de que intervenga en investigación la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Se exige además que los resultados de los estudios sean transparentes y a su vez, se repare el daño por la explotación minera, asegurando de este modo que el agua se encuentre apta para el consumo humano y la producción agrícola.
Por otra parte, se requirió a la Secretaría de Economía le exigió respetar su determinación de no a la minería, así como cancelar las concesiones mineras en sus territorios que no gozan de consentimiento.
Pese a lo sucedido, la empresa responsable de la contaminación solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) continuidad en la extracción de minerales en los Valles Centrales de Oaxaca.
Contenido relacionado:
Contaminación en ríos ha causado 123 mil 717 muertes en México
VIGA