La larga fila llegaba hasta la inmensa Plaza de San Pedro y rodeaba las célebres columnas de Bernini, vigiladas por un importante dispositivo de seguridad
Miles de fieles madrugaron este lunes para desfilar ante el cuerpo de Benedicto XVI, en la capilla ardiente instalada en la basílica de San Pedro en el Vaticano para despedir al pontífice emérito, fallecido el sábado a los 95 años.
La larga fila llegaba hasta la inmensa Plaza de San Pedro y rodeaba las célebres columnas de la explanada, vigiladas por un importante dispositivo de seguridad y también por cientos de periodistas de todo el mundo llegados para cubrir el entierro del papa.
El cuerpo de Joseph Ratzinger yace en un catafalco cubierto por una tela dorada, rodeado por dos guardias suizos vestidos de gala, frente al altar mayor de la basílica.
La exposición del cuerpo de Benedicto XVI, que permanecerá abierta hasta las 19:00 horas, quedó instalada en la nave central de la Basílica de San Pedro del Vaticano, delante del llamado altar de la confesión, junto al famoso baldaquino de Bernini.
Los restos fueron trasladados allí desde el monasterio Mater Ecclesiae, donde residió el papa emérito desde su histórica renuncia en febrero de 2013 y donde este domingo fueron velados por amigos, ciudadanos y trabajadores del Vaticano, así como por los cardenales y miembros de la Curia.
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Antes de abrir la capilla ardiente en la basílica se celebró una liturgia en privado con los cardenales y los más cercanos al pontífice y entre los presentes se encontraba la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Varios cardenales y miembros de la Curia romana velan al muerto, mientras el secretario privado por años del papa emérito, el obispo Georg Gänswein, recibe el pésame de las autoridades.
Los fieles entran en silencio por el pasillo central del templo católico, algunos rezan o se hacen la señal de la cruz al pasar ante sus restos.
Entre los primeros que llegaron para dar el último adiós a Benedicto XVI fueron la primera ministra italiana Giorgia Meloni y el presidente de la República, Sergio Mattarella.
Las autoridades de Roma calculan que cerca de 30 mil personas asistirán a brindarle el último adiós.
La basílica permanecerá abierta durante diez horas el lunes, pero ese horario aumentará el martes y el miércoles, pues los fieles podrán pasar ante el cuerpo del papa difunto desde las 7:00 hasta las 19:00 horas.
El jueves a las 9:30 horas, su sucesor, Francisco, presidirá el funeral en la plaza de San Pedro, ante la presencia de fieles y delegaciones oficiales de Italia y del país natal de Ratzinger, Alemania. Otras autoridades podrán asistir a título personal.
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CAB