Nadie se percató de que se había tragado la pila hasta que comenzó a padecer dolor de muelas y, más tarde, problemas respiratorios
Aunque la euforia por el Fidget Spinner quedó atrás hace varios meses, el pequeño juguete sigue teniendo adeptos regados por el mundo.
En Francia, un niño de dos años murió después de tragarse la batería de litio de uno de los modelos luminosos.
El menor, identificado como Loëvann había estado jugando, sin supervisión, con otros niños mientras sus padres visitaban a unos amigos.
Nadie se percató de que se había tragado la pila hasta que comenzó a padecer dolor de muelas y, más tarde, problemas respiratorios.
Tras detectar en una radiografía que el objeto estaba alojado en su esófago y luego de una operación de urgencia que duró ocho horas, los médicos lograron extraer la diminuta batería, pero ésta ya había causado un daño irreversible en el cuerpo de Loëvann.
Finalmente, una hemorragia interna por las complicaciones durante la recuperación causó la muerte del niño.
Según algunas instituciones, los spinners pueden ser peligrosos aunque no requieran baterías.
En 2017, la Unión Europea registró más de 2 mil avisos sobre productos, de los cuales 29 por ciento estaban vinculados a juguetes como los populares trompos de mano.
El informe del Sistema de Alerta Rápida de esa institución alertó del peligro para los niños pequeños por ingesta y asfixia.
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