El nuevo pronóstico prevé cinco huracanes en la cuenca del Atlántico y no 7 como se tenía previsto, además que sólo uno de ellos alcanzará las categorías más destructivas, cuando antes se preveía que fueran 3
El pronóstico revisado de la temporada de huracanes en el Atlántico, difundido hoy por la Universidad Estatal de Colorado en Fort Collins, anticipa una actividad “por debajo del promedio histórico”.
Habrá “menos tormentas y menos posibilidades de huracanes” que afecten a territorio estadounidense que lo pronosticado inicialmente en abril pasado, señala el informe a cargo de Philip J. Klotzbach, investigador en jefe del proyecto.
La razón, dijo Klotzbach, es que las aguas del Atlántico tropical están “más frías de lo normal” y a la vez existe un “relativamente alto potencial” de que se desarrolle un fenómeno de El Niño débil en los próximos meses.
El nuevo pronóstico prevé cinco huracanes en la cuenca del Atlántico (antes eran 7) y sólo uno de ellos de las categorías más destructivas (antes eran 3). Además, ese huracán duraría sólo 2 días, en lugar de 7 como se había pronosticado en abril.
A la vez, la cantidad de tormentas con nombre se reduce de 14 a 12 y los días que durarán bajan de 70 a 53.
La probabilidad de un huracán grande en la zona del Caribe baja a un 28 % cuando el promedio histórico es del 42 %.
Respecto a Estados Unidos el estudio calcula que existe un 35 % de probabilidades de que por lo menos un huracán mayor (categoría 3, 4 o 5) toque tierra en algún lugar de la Costa Este, comparado con un promedio histórico del 52 %.
Si se incluye toda la península de Florida, esa cifra baja al 20 % (contra 31 % históricamente) y en cuanto al Golfo de México, las probabilidades llegan al 19 % frente a 30 %.
Desde ahora las actualizaciones del pronóstico se realizarán cada dos semanas hasta octubre. La temporada de huracanes en el Atlántico comienza oficialmente el 1 de junio y finaliza el 30 de noviembre.
En la actual temporada de huracanes en el Atlántico se han formado tres tormentas tropicales, de las cuales Beryl y Chris se convirtieron en huracán de categoría 1 y 2, respectivamente
Las predicciones basadas en estadísticas, explicó Klotzbach, son necesarias debido a que “la cuenca del Atlántico tiene la mayor variabilidad de año en año de cualquier otra cuenca tropical con ciclones”.
A la vez, “todos deben comprender que es imposible predecir con precisión a principios de agosto cómo será la temporada de huracanes”, pero se elaboran porque existe “mucha curiosidad” a nivel global sobre si la temporada será “activa o inactiva”.
Como lo hace en cada reporte y en cada presentación, Klotzbach una vez más recordó que “basta que un huracán llegue a tierra para que se considere una temporada activa para esos residentes. Los residentes deben preparase para cada temporada, sin importar cuánta actividad de huracanes haya sido predicha”.
July 2018 Atlantic Multi-decadal Oscillation (AMO) index using @ColoradoStateU definition is the lowest July value on record (since 1950), due to both very cold SSTs in the far North Atlantic along with very high sea level pressures across the North Atlantic. pic.twitter.com/jw2zGYLF15
— Philip Klotzbach (@philklotzbach) 2 de agosto de 2018
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