Los especialistas compartieron el primer informe sobre la detección del SARS-CoV-2 en el alcantarillado, lo cual amplía el campo de investigación
La investigaciones sobre la estructura química, de transmisión, origen y supervivencia del virus Covid-19, causante de la mayor pandemia del nuevo siglo, continúan.
Recientemente, científicos holandeses informaron que rastros del virus coronavirus fueron hallados dentro el sistema de alcantarillado de una ciudad de ese país aún antes de que se reportaran casos de COVID-19, lo que demuestra un nuevo sistema de alerta temprana para la enfermedad causante de neumonía.
El llamado coronavirus SARS-CoV-2 a menudo es excretado en la materia fecal de una persona contagiada, y aunque es poco probable que el alcantarillado se vuelva una importante vía de transmisión, la creciente circulación del patógeno en las comunidades aumentará su presencia en los sistemas de alcantarillado, dijeron Gertjan Medema y colegas del Instituto de Investigación del Agua KWR, en Nieuwegein.
Los especialistas detectaron material genético del coronavirus en una planta de tratamiento de aguas residuales en Amersfoort el 5 de marzo, antes de que se reportaran casos en la ciudad, ubicada a unos 50 kilómetros (32 millas) al sureste de Ámsterdam.
Los Países Bajos confirmaron su primer caso de COVID-19 el 27 de febrero y, días después, descubrieron que trabajadores de la salud se habían contagiado de la enfermedad en una región del sur del país, una señal de que se estaba propagando en la comunidad.
“Es importante recabar información sobre la aparición y el comportamiento de este nuevo virus en el alcantarillado para comprender si existe riesgo para los trabajadores del sector, pero también para determinar si la vigilancia de las aguas residuales podría utilizarse para monitorear la circulación del SARS-CoV-2 en nuestras comunidades”, dijeron Medema, principal microbiólogo del instituto, y los otros autores en un informe publicado antes de la evaluación de sus pares.
“Eso podría complementar la actual supervisión clínica, que se limita a los pacientes con COVID-19 que presentan síntomas más graves”.
Se trata del primer informe sobre la detección del SARS-CoV-2 en el alcantarillado, señalaron.
La supervisión del alcantarillado es un método de larga data para detectar poliovirus y bacterias resistentes a los antibióticos, así como el uso de medicamentos ilícitos y recetados.
La vigilancia de las aguas residuales también podría servir como alerta temprana de la aparición y resurgimiento de COVID-19 en ciudades, dijeron los científicos holandeses.
“La detección del virus en el alcantarillado, incluso cuando la prevalencia de COVID-19 es baja, indica que la supervisión de las aguas residuales podría ser una herramienta sensible para monitorear la circulación del virus en la población”, indicaron.
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NCV